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Oaxaca, Oax. 7 de agosto 2012 (Quadratín).- El Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, invitó a los legisladores electos que legislen en torno a los programas sociales para consolidarlos y garantizar logros, convirtiéndolos en patrimonio de los mexicanos. México necesita contar con una política social de Estado basada en la transparencia y en la rendición de cuentas.
El Titular de la Sedesol realizó la excitativa al participar en el Encuentro Nacional de Legisladores, que desde el lunes se desarrolla en esta ciudad, donde destacó la participación que ha tenido la dependencia federal en la atención a la sociedad ante desastres naturales, como los sismos, las lluvias, los ventarrones y las granizadas, entre otras, así como en el otorgamiento de ayuda humanitaria a la población afectada por la sequía en el centro y norte del país.
Resaltó asimismo la reconstrucción del tejido social, con una participación activa de la ciudadanía, que se benefició de programas como Hábitat y Rescate de Espacios Públicos, especialmente en zonas consideradas de riesgo.
Al referirse a los programas aplicados por la Sedesol, el funcionario federal consideró que los programas sociales deben ser patrimonio de los mexicanos, porque tienen un gran contenido social, se han venido consolidando y sería muy conveniente para el país que tuvieran continuidad.
Sin embargo, precisó, más que garantizar que los programas continuaran, habría que buscar su consolidación a través de su fortalecimiento. Y para ello sería indispensable legislar sobre ellos.
Ejemplificó con casos como la bancarización de las transferencias económicas de los programas de Estancias Infantiles, Oportunidades y 70 y más, en lo que fue el mayor movimiento financiero del mundo en el corto plazo, pues en sólo seis meses fueron afiliadas 6.5 millones de familias.
Al respecto, puntualizó que 70 y más es un programa de gran justicia social, ya que nueve de diez adultos mayores que reciben el apoyo afirma que es el único ingreso que reciben y que les permite adquirir alimentos o medicamentos, además de que en el componente de protección social se les imparten talleres que les enseñan cómo vivir mejor.
Tenemos una red de más de 50 mil gestores voluntarios en el país, que ayudan en talleres de nutrición, de desarrollo humano, de derechos humanos, de autoestima, todos fundamentales para que no caigan en depresión, aseveró el responsable de la política social mexicana.
Pero algo similar se hace en los Centros de Desarrollo Comunitario y en los espacios recuperados, donde a través del teatro, de la música, la ciudadanía participa y crea o regenera el tejido social, apoderándose de espacios que antes eran refugio de vándalos.
Paulatinamente, los programas sociales se han ciudadanizado. Ahora es la sociedad la que vigila a quién se entregan los apoyos, la que ve que todo se haga transparente, la que forma contralorías sociales y la que denuncia. Tenemos que avanzar en ese proceso y para hacerlo, los legisladores deben trabajar en el Congreso.