Confirma Benjamín Viveros que coordinará la Jucopo en Oaxaca
Oaxaca, Oax. 10 de octubre de 2010 (Quadratín).-Originario de Salina Cruz, Oaxaca, Miguel Angel Ortega Habib no necesitó ostentar el título de Licenciado en Administración de Empresas o Contador Público, o ser un experto en asuntos financieros y tener un modo honesto de vivir para que el gobernador Ulises Ruiz, en uso de sus facultades constitucionales, lo designara en diciembre del 2004 Secretario de Finanzas del gobierno del estado de Oaxaca. El único y principal requisito exigible en estos casos era ser amigo de Ulises Ruiz.
Y el Arquitecto Ortega Habib lo cumplía en grado superlativo pues formaba parte del exclusivo círculo de amigos de infancia que siempre acompañaron a Ruiz Ortiz por diversas entidades del país: lo mismo en Tabasco y Michoacán, en donde al amparo de los cargos públicos desempeñados demostró su vocación de constructor, que en nuestra entidad en donde inició su carrera en la administración pública con el cargo de director del IVO, en el último tramo del gobierno de José Murat.
No ha faltado quien asegure que el quebranto financiero que en el 2004 sufrió el IVO habría sido obra y gracia de Ortega Habib, quien al parecer no tuvo reparos para desviar recursos de esa dependencia para la campaña electoral del PRI.
Pero eso fue pacata minuta. Ya como Secretario de Finanzas asomaría toda la ambición y arrogancia de un Ortega Habib que manejó esa importante secretaría como patrimonio personal, reduciendo a sus pares de las otras secretarías en simples administradores.
Su estrecha amistad con el gobernador Ulises Ruiz le permitió convertirse en un supersecretario, con todo el poder para dar y conceder, pero también para negar y castigar. Y esa misma relación le permitió figurar como diputado federal suplente, con la evidente intención hasta ahora no cumplida- de ocupar el lugar de la propietaria Margarita Liborio.
Se sabe que en dos de los grandes negocios del sexenio ulicista, esto es, la construcción de Ciudad Administrativa y Ciudad Judicial, uno de los principales beneficiarios podría ser Ortega Habbib. Pero poco se conocía de su conexión e intereses económicos en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, en donde reside buena parte de su familia. Hasta que se hizo público la detención y encarcelamiento de su hermana Martha Ortega Habbib y de su sobrino, Daniel García Teruel Ortega, por presuntos delitos fiscales relacionados con el manejo de millonarias cuentas bancarias de procedencia ilícita, según lo consigna la SIEDO de la PGR en donde obra la averiguación del caso.
Daniel García Teruel es propietario de la empresa Serviobra, creada en el año 2002 para la venta de materiales de construcción.
Como suele ocurrir en estos casos, el Secretario de Finanzas y diputado federal suplente ha declarado a los medios de información que nada tiene que ver en el caso y que los adversarios políticos de Ulises Ruiz pretenden convertirlo en un escándalo político. La empresa de su sobrino, dice, no es proovedor del gobierno del estado de Oaxaca. En síntesis, y para acabar pronto, se ha deslindado de los presuntos delitos que se atribuyen a sus familiares.
Sin embargo, pocos le dan crédito a lo dicho por al alto y altivo funcionario del gobierno del estado de Oaxaca.
Primero, porque parte de sus inversiones y negocios personales y familiares se ubican en Guadalajara; segundo, porque su trayectoria en la administración pública tanto en Oaxaca como en otras entidades ha estado marcada por la sospecha de la opacidad y los negocios al amparo de los cargos desempeñados y, tercero, porque en la averiguación previa levantada por las autoridades judiciales presumiblemente ya se le involucra en lo que pretende negar.
Pero, por supuesto, la última palabra del caso la tendrán las autoridades responsables. Sin embargo de lo que no hay duda es que la línea de investigación que apunta a la conexión Guadalajara-Oaxaca puede destapar un escándalo mayor. Al tiempo.