Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
Oaxaca, Oax. 30 de marzo de 2010 (Quadratín).- 1.Las precampañas para la gubernatura perdieron su razón de ser desde el momento mismo en que las dos coaliciones electorales así como el PUP y el PANAL decidieron aprovechar ésta etapa para, de facto, iniciar sus campañas políticas con precandidatos únicos.
Para variar, el Consejo General del Instituto Estatal Electoral reaccionó muy tarde y el Reglamento de Precampañas que recientemente aprobó su Consejo General solo tendrá utilidad parcial, pues ya prácticamente queda una semana para concluyan las comentadas precampañas.
2. Al incorporar ésta figura en la normatividad electoral a nivel federal y local lo que el legislador se propuso fue regular y sancionar la competencia interna de los partidos políticos. No ha sido el caso de la competencia electoral en Oaxaca en donde lo que en estricto sentido ocurrió con el PRI (que luego sumó a su causa al invisible PVEM) y la integrada por el PRD, PAN, PC y PT fue que anticiparon sus precampañas.
De ahí que una vez que definieran los nombres de sus precandidatos únicos (EPM y GCM, respectivamente) ambas coaliciones optaron por aprovechar la etapa formal y oficial de dichas precampañas para hacer proselitismo dentro y fuera de su entorno partidista.
En los casos del PUP y del Partido Nueva Alianza ni siquiera se observó una competencia interna ni antes ni después del inicio formal de las precampañas. Simple y sencillamente lo que las democráticas dirigencias de dichos partidos minoritarios hicieron fue designar a María de los Ángeles Abad Santibáñez e Irma Piñeiro Arias como sus (pre)candidatas, también únicas, y acto seguido empezar a realizar algunos actos políticos aislados y de bajo impacto mediático.
A dos semanas de iniciadas las (pre)campañas, resulta todavía difícil establecer quien de los dos precandidatos únicos mejor posicionados, es decir Gabino Cué y Eviel Pérez, han logrado atraer a un mayor número de simpatizantes o electores potenciales.
Si nos atenemos a los actos multitudinarios de ambos contendientes se podría establecer que la competencia es pareja, pero este factor a veces resulta engañoso, sobre todo en el caso del (pre) candidato del PRI cuyos operadores electorales han recurrido al viejo expediente del acarreo y a la movilización de contingentes mediante la presión y/o la dádiva. Y, por supuesto, con el apoyo de toda la infraestructura del aparato gubernamental.
Sin embargo, una cosa está fuera de toda duda: prácticamente todas las encuestas serias aplicadas hasta antes del inicio de las precampañas le otorgan una buena ventaja a Gabino Cué (9 por ciento, según Parametría) lo que tampoco significa que ya pudiera tener la elección en la bolsa , pues estas preferencias pudieran disminuir o incrementarse de acuerdo a las estrategias de campaña que desarrollen tanto la coalición opositora como la coalición gobernante.
Lo que también está ya muy definido es que ni el voto duro del PRI (y del PVEM) ni el de los cuatro partidos que integran la Coalición Unidos por la Paz y el Progreso serán suficientes para inclinar el fiel de la balanza hacia uno u otro lado. Será el voto volátil, el de los indecisos, anulistas o abstencionistas, en su mayoría localizados en el electorado joven, los que serán decisivos para el resultado final.
Teniendo todo el aparato gubernamental a su servicio y recursos económicos incalculables, en el cuarto de guerra del PRI prevalecen todavía la incertidumbre y hasta el temor ante una posible derrota. No es para menos: con un candidato debilitado por las pugnas internas de la que aun no se repone y una maquinaria electoral que ya no funciona con la disciplina y eficacia de antaño, el esfuerzo que ahora debe realizar la cúpula priísta para que sus militantes acepten a Eviel Pérez Magaña y éste a su vez se identifique con ellos es casi descomunal y aun bajo esas condiciones los resultados son magros. De ahí que quien en realidad coordine y esté al frente de la avanzada de la (pre)campaña tricolor sea el gobernador del estado, Ulises Ruiz. No es casual que los municipios que ahora incluye el gobernador en sus giras de trabajo sean casi los mismos en donde luego se presenta Pérez Magaña.
5. El viejo régimen va con todo. Por eso mismo las descalificaciones a los resultados de la más reciente encuesta de Parametría, por eso la campaña mediática en contra del presunto desvío de recursos federales para la precampaña de Gabino Cué, por eso la declaración de guerra de Ulises Ruiz en contra de Felipe Calderón.
Frente a un escenario en donde el voto duro no será suficiente para ganar, la apuesta ahora es polarizar la elección, jugar sucio, acrecentar el control sobre el órgano electoral, presionar a las autoridades municipales, corromper a líderes opositores, comprar a los medios, etc. En síntesis crear un escenario de conflicto, confusión y miedo para alejar a ese electorado sin partido y que el abstencionismo crezca porque este factor, y el fraude electoral, son los mejores aliados del PRI para ganar una elección.
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