Isidoro Yescas / PRI: posicionamientos y reacomodos

Oaxaca, Oax. 14 de julio de 2010 (Quadratín).- La gran paradoja del PRI es tener que asumirse como partido derrotado y opositor al nuevo gobierno con 613 mil 651 votos sufragados a favor de su candidato a gobernador, Eviel Pérez Magaña.
Sin embargo, lo que habría que matizar, de entrada, es que esta votación no corresponde estrictamente al voto duro priísta, a su militancia, pues no debe olvidarse que se alió al PVEM y aunque éste último partido poco hizo para la causa evielista, al punto que ni siquiera su votación le permitió ganar una diputación plurinominal, algunas miles de votos pudiera reclamar como suyos. Tampoco debe pasarse por alto que no todos los que votaron por el PRI lo hicieron por simpatía o convencimiento ya que un buen porcentaje lo hizo ya porque se sintió presionado por alguna autoridad o porque terminó por intercambiar su voto a cambio de una despensa o cierta
cantidad de dinero.
Pero aún bajo esas circunstancias es un hecho que el PRI, medido estrictamente por el número de votos que captó en esta elección, se mantiene como el partido mayoritario, seguido del PAN, PRD, PC, PUP, PT y PANAL.
Es primera fuerza electoral, pero sin la gubernatura, sin mayoría absoluta en la próxima legislatura y sin el control de los principales ayuntamientos de la entidad. Y estos resultados son los que cuentan en la realpolitk, en el ejercicio del poder.
Esto explica el tamaño de su derrota: el PRI, tripulado por el gobernador Ulises Ruiz, perdió no solamente el control del poder ejecutivo sino también del poder legislativo. Y para hacer mas grande la tragedia perdió poder y presencia en la mayoría de los 152 municipios, sobre todo los mas
importantes por el número de ciudadanos y su peso político y económico como la ciudad capital, Huajuapam, Tuxtepec y Salina Cruz.
Hoy, convertido ya en partido opositor en el estado de Oaxaca, el PRI ha entrado en una etapa de balance, de análisis de sus errores, de buscar culpables de su derrota.
Sin embargo, el principal problema que este partido enfrentará hasta el 30 de noviembre se llama Ulises Ruiz.
El gobernador y jefe político del PRI se equivocó con el candidato a gobernador, pero también con una buena parte de los candidatos a diputados y concejales, frutos en su mayoría de las imposiciones, el amiguismo y la corrupción.
Se equivocó también en el manejo de las campañas.Pero aunque ya reconoció y asumió como suyos estos errores, ahora pretende imponer a Eviel Pérez Magaña como el sustituto de Adolfo Toledo Infanzón en la presidencia del CDE del PRI.
Y por supuesto que si otro cosa no sucede los disciplinados priístas de Oaxaca volverán a aceptar con su silencio la imposición, con la esperanza de que a partir del primero de diciembre, ya sin jefe político, puedan protagonizar una pequeña revuelta que les permita reconstruir su partido, purgarla de indeseables burbujistas y otras lacras y tomar en cuenta nuevamente a esa militancia que para entonces seguramente ya estará muy menguada.
Porque desde la noche misma del 4 de julio, diariamente decenas de cuadros priístas empezaron a abandonar el partido del viejo régimen para buscar abordar otro que les permite sobrevivir a los nuevos tiempos, cambiar de piel o de plano para seguir medrando del erario público. No parecer dispuestos a aprender a ser oposición.
SIGNOS DE LOS NUEVOS TIEMPOS.
Quién desde el domingo 11 de julio asumió que hay que tomar las cosas como vienen fue el representante del PRI ante el Consejo General del IEE, Elías Cortés. Por supuesto, fue el primero en otorgarle su inmerecido reconocimiento al órgano electoral y a su devaluado presidente, Jose Luis Echeverría, como también lo haría el representante del PRD, Antonio Alvarez, no así el diputado federal, Javier Corral, representante del PAN.
Y tal vez ha sido de los pocos priístas del círculo cercano a URO que se han pronunciado por una relación civilizada y de mutuo respeto con el nuevo gobierno. Signos de los nuevos tiempos, en donde tampoco faltarán quienes insistan en la confrontación. Solo hay que leer, si se tiene hígado,lo escrito por Jorge Therán en el oficialista semanario Regeneración.

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