Pide Sheinbaum evitar especulación en precio de gasolinas
Oaxaca, Oax. 4 de julio de 2010 (Quadratín).- Hay demasiados indicios y evidencias de que las elecciones concurrentes de este domingo 4 de julio podrían terminar en un fraude generalizado y, en consecuencia, en la demanda de anulación, prevista y detallada en el título quinto, capítulos II y III de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral del CIPPEO.
Si en la elección de gobernador resultara ganador el priista Eviel Pérez Magaña, la coalición opositora ya ha documentado múltiples pruebas públicas, privadas, técnicas y testimoniales no solamente sobre la abierta injerencia del gobernador Ulises Ruiz en la coordinación de las campañas del PRI, sino en todo el operativo montado en la entidad, a través de las dependencias y programas sociales del gobierno del estado (Unidades Móviles, IEEA, instituciones educativas de nivel medio superior, etcétera) para favorecer a Pérez Magaña.
La propia subordinación del Instituto Estatal Electoral al poder ejecutivo estatal y las irregularidades en las que ha incurrido desde el inicio del proceso (resistencia a aceptar la colaboración del IFE, integración a modo de los consejos distritales y municipales, adjudicación de millonarios contratos para el otorgamiento de servicios que están resultando ineficaces como el PREP y el monitoreo a medios, oposición total a facilitar y colocar en su portal de transparencia la información pública de oficio del proceso electoral, etcétera) han abonado el terreno para un escenario en donde la parcialidad y omisión del órgano electoral se pudiera constituir en una causal que pudiera invocarse para promover la anulación de la elección de gobernador.
Pero si el triunfador de la jornada es el opositor Gabino Cué Monteagudo, el PRI- gobierno hará lo mismo apoyado en las pruebas que asegura tener en su poder para evidenciar el uso electoral de los programas sociales federales y la injerencia de algunos secretarios de estado y del propio Presidente Felipe Calderón para promover la campaña del candidato de la Coalición Unidos por la Paz y el Progreso.
Las campañas negras que se multiplicaron de un lado y de otro, también resultarán determinantes para este propósito y, sobre todo, el riesgo latente que estalle la violencia en algunos municipios y cabeceras distritales, o en las mismas casillas, pues en las últimas 48 horas previas a este domingo han abundado las denuncias públicas por parte de la coalición opositora sobre la compra de votos en la mayoría de los municipios de la entidad.
De acuerdo a lo señalado en el artículo 68 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación sólo podrá ser declarada nula la elección de gobernador del estado, diputados o concejales a los ayuntamientos, cuando las causas que se invoquen hayan sido plenamente acreditadas y sean determinantes para el resultado de la elección.
Y en los casos de la elección de gobernador y diputados, la elección podrá anularse cuando las irregularidades o violencia concurran en un 20 por ciento de las casillas electorales. De toda la entidad para el caso de la elección de gobernador, de un distrito electoral, para el caso de la elección de diputados.
Más precisos: Si de las 4 mil 869 casillas que se instalarán mañana domingo, se registran problemas que pueden ir desde el robo de urnas, compra de votos, fraude generalizado o violencia y éstas se documentan en un universo de 243 casillas, habrá que irse preparando para un litigio de tres meses ante el Tribunal Estatal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Pero no sólo eso: si el derrotado es Gabino Cué la movilización social y política en toda la entidad está ya más que anunciada.
Y si el derrotado es Eviel Pérez Magaña también habrá que prepararse para un conflicto post electoral en donde toda la estructura político-administrativa del viejo régimen se pondrá en movimiento.
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Foto: Denuncia presentada por opositores / Archivo