
¿Aliados involuntarios?
Oaxaca, Oax. 14 de marzo 2011 (Quadratín).- El balance de los primeros 100 días de gobierno de Gabino Cué debe incluir necesariamente un primer corte de caja sobre el quehacer de los ayuntamientos ganados por los partidos que integraron la coalición electoral Unidos por la Paz y el Progreso.
En Oaxaca de Juárez, Salina Cruz, Santa María Huajuapan de León y otros 66 municipios, de los el sistema de partidos políticos, gobiernan desde de este año autoridades municipales postulados fundamentalmente, pero también del PT y del PC.
¿Qué ha pasado en estos municipios a partir del primero de enero? ¿Se está gobernando con y para la gente? ¿Los presidentes municipales le están empezando a cumplir a los ciudadanos o son más – o peor- de lo mismo? ¿Qué acuerdos y acciones se han llevado a cabo para promover ese cambio que se prometió en las campañas por la gubernatura, presidencias municipales y diputaciones?¿Qué piensan los ciudadanos y demás habitantes de estos municipios acerca de sus nuevas autoridades?
Son muchas las preguntas que hay que hacerse a nivel general y en cada municipio para empezar a evaluar a los ayuntamientos en donde para ganarle al PRI los candidatos a concejales prometieron un cambio radical en el modo de administrar los asuntos públicos de sus pueblos. Se dirá que es muy prematuro, pero no del todo si se toma en cuenta que al gobierno de Gabino Cué ya se le empieza a hacer una primera evaluación en sus primeros cien días de gobierno, no obstante que su período de gobierno es de seis años y en el caso de los ayuntamientos , de tres.
Pero una cosa son los tiempos legales e institucionales y otros los tiempos Huatulco, Tuxtepec y
152 que se rigen por el primero de enero por el PRD y PAN, políticos: a nivel federal, hubo un presidente de la república (del PRI) que para efectos publicitarios se inventó la brillante idea de trazarse metas ambiciosas en sus cien primeros días de gobierno. Y desde entonces se puso de moda que algunos gobiernos fijaran este plazo para que sus electores, y ciudadanos en general, evaluaran sus metas y acciones realizadas.
Más allá de los resultados y saldos del proceso de entrega-recepción que tanto a nivel del gobierno del estado como de la gran mayoría de los ayuntamientos resultó desastroso- lo que ahora debiera empezar a evaluarse es lo que hacen y están dejando de hacer las nuevas autoridades.
En materia de transparencia y rendición de cuentas , por ejemplo, los ayuntamientos de Oaxaca de Juárez, Salina Cruz, Santa María Huatulco, Tuxtepec y Huajuapan de León no están cumpliendo con sus obligaciones, por lo menos en lo que hace al funcionamiento y actualización de sus portales de internet.
El de la ciudad de Oaxaca todavía registra logotipos e información de la pasada administración y hasta el slogan La suma de todos. En el caso de Salina Cruz la página está en construcción y lo mismo ocurre con el ayuntamiento de Santa María Huatulco, presidido por el expriista y perredista ultraconservador, Lorenzo Lavariega, el mismo que ha causado la justa indignación de la opinión pública y de las organizaciones de derechos humanos por su determinación de establecer una serie de prohibiciones de corte fascista para el personal manual y administrativo del sexo femenino de ese ayuntamiento.
La página web del ayuntamiento panista de Huajuapan de León también está en construcción, pero con un pequeño recuadro en donde se puede leer lo siguiente: H. Ayuntamiento 2011-2013, gobierno confiable.
En el caso del ayuntamiento de Tuxtepec no llegaron a eso porque la página, el formato y el directorio de la pasada administración sigue intacta. De acuerdo al contenido de este portal el presidente municipal se llama Salvador Santos Sierra y no José Manuel Barrera Mújica.
Estos ejemplos nos revelan que la situación en materia de transparencia en el resto de los ayuntamientos ganados por el PAN, PRD, PT y PC puedan estar igual o peor, sin descartar que pudieran existir casos en donde lo que se ofreció se está cumpliendo. Por eso mismo vale la pena un mínimo ejercicio de evaluación de parte de los partidos políticos, del poder legislativo, de los
integrantes de cada cabildo y, sobre todo, de los ciudadanos.
Por estos días, desde el mismo poder ejecutivo, así como entre diversos sectores de la sociedad y la opinión pública, se está haciendo el primer corte de caja de la administración gabinista. Es saludable que esto se lleva a cabo para saber el estado que guarda un gobierno que generó grandes esperanzas de cambio y en donde es evidente que se requiere de un serio ejercicio de autocrítica y de compromiso social para enmendar errores y vencer inercias del pasado reciente. Pero eso mismo debe hacerse en los municipios porque es evidente que la gobernabilidad de Oaxaca y la buena marcha de un gobierno no depende solamente de la voluntad de un solo hombre sino de toda la estructura de poder que sustenta al nuevo régimen.