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Tareas de Claudia sin AMLO: economía y Casa Blanca
Oaxaca, Oax., 14 de agosto del 2011(Quadratín).- Que Irma Piñeiro Arias atribuya su salida de la Secretaría General de Gobierno a la mano del exgobernador Diódoro Carrasco Altamirano suena más a exabrupto que a una denuncia fundada, pues fueron del dominio público los múltiples problemas que enfrentó en el desempeño de su cargo, derivados lo mismo de conflictos post-electorales, políticos y agrarios que escaparon al control y capacidad de resolución de la Secretaría en donde despachó por ocho meses, que al incesante golpeteo interno a la que se vio sujeta al punto de despojarla, en los hechos, de buena parte de sus atribuciones de intervención y de mando.
Anunciada por lo menos con dos meses de anticipación, y tal vez pactada a partir de los arreglos que el gobierno del Estado suscribiera con la sección 22 del SNTE para poner fin a su paro de labores, la renuncia, finalmente, se concretó la noche de este martes nueve de agosto. Se equivoca entonces la militante del PANAL y alumna destacada de Elba Esther Gordillo cuando pretende descargar su molestia en Carrasco Altamirano y no en quién o quienes en verdad obstruyeron su trabajo, poco eficiente al final de cuentas y con un saldo negativo para la gobernabilidad de Oaxaca.
Con un poder de convocatoria y negociación sumamente disminuido, y frente al crecimiento de los hechos de violencia registrados en algunos puntos de la entidad, resultó inevitable adelantar una renuncia que tal vez se tenía planeado instrumentarlo una vez iniciado el proceso electoral federal, para así cuidar formas e imagen pública.
No fue así y ahora entra al relevo en esa importante Secretaría un político experimentado, viejo lobo de mar en el difícil oficio de dialogar, concertar y aplicar la ley- cuando así se requiere- y cuya larga experiencia política y administrativa va de la mano con su pertenencia a uno de los grupos políticos más cercanos a la trayectoria y proyecto político del gobernadorGabino Cué.
Exmilitante del PRI y del PCD (luego PC y hoy MC), Jesús Martínez Álvarez repite ahora en el cargo que desempeñara durante el sexenio del gobernador Pedro Vásquez Colmenares (1980-1986) desde donde pasaría a desempeñarse como gobernador interino, un año previo a la unción de Heladio Ramírez López como gobernador constitucional.
Con Gabino Cué empezó a caminar desde la Secretaría General de Gobierno del Distrito Federal, durante la gestión de Manuel Camacho Solís, de donde luego se proyectaría para militar y compartir la dirigencia del PCD al que años después renunció. En el último tramo del gobierno de Ulises Ruiz fue designado Presidente del Comité del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución y, ya con Gabino Cué como gobernador, asumió la representación de su gobierno en el Distrito Federal, puesto que también había ocupado en el gobierno de URO.
No será tarea fácil reposicionar a una Secretaría que, ya desde los tiempos del ulisiato, le habían restado, de facto, buena parte de sus atribuciones y que con la alternancia siguió casi la misma ruta, ya por la inercia de los usos y costumbres del viejo régimen o porque sencillamente pudo más el fuego amigo y la falta de oficio político.
Pero no existen imposibles si hay voluntad para rectificar y cambiar políticas y modos de hacer política. Esa es la señal que el gobernador Gabino Cué envía a la sociedad con el relevo en la Secretaría General y las designaciones de Gerardo Albino en la Secretaría de Desarrollo Social y Humano; Benjamín Robles en la Coordinación de Módulos de Desarrollo Sustentable y, muy probablemente, de Jorge Castillo en la representación del gobierno del Estado en el DF. Se coloca en un área estratégica para la gobernabilidad de Oaxaca a un político experimentado, pero al mismo se le allana el camino para empezar a poner orden en casa mediante el reacomodo de dos piezas que polarizaron posturas y opiniones dentro y fuera del gabinete por su estilo personal para ejercer el poder, bastante alejado, por cierto, de las buenas maneras y costumbres.
Estos reacomodos operados casi en forma inmediata a la designación de JMA estarían apuntando a una recuperación de algunas de las principales atribuciones de la Secretaría General de Gobierno ya establecidas en Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, como la conducción de la política interior del estado, la comunicación y coordinación con los poderes legislativo y judicial, las relaciones del poder ejecutivo con los ayuntamientos y para constituirse en el principal facilitador para la conciliación y resolución de los conflictos agrarios y de otra índole.
La deuda histórica del IEEPO
Conocedor del tema educativo y del teje y maneje del IEEPO, Samael Hernández, escribe, a propósito de la fuga de 70 millones de pesos por concepto de pago de asesores: el IIEPO eroga 792.42 millones de pesos por plazas sin respaldo presupuestal y más del 60 por ciento del déficit de los poco más de cuatro mil millones de pesos que tiene este Instituto proviene de los bonos que se le pagan a los maestros de la sección 22 del SNTE.
Y remata: Por eso llama a compasión las declaraciones de Bernardo Vásquez Colmenares cuando dice que hay una fuga de 70 millones de pesos porque el anterior director (Abel Trejo) le pagaba a sus asesores y que él ya no tiene ese cuerpo de especialistas. Se nota. Pero hay que aclarar que fue Abel Trejo quien canceló la oficina de asesores del IEEPO. Y Bernardo solo le dio continuidad a los despidos. (tomado de Educación, Crisis y Miseria ).
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