
Quiénes somos | Cipriano Miraflores
Acatlima, Oax. 20 de julio de 2013 (Quadratín).- La leyenda Ita Andehui, considerada como primera literatura romántica indígena de la mixteca oaxaqueña, es reeditada por el Centro de Estudios Avanzados de la Cultura Mixteca (CEACUM), cuya edición estuvo, bajo el cuidado y revisión de Ignacio Ortiz Castro, escritor e historiador de la cultura indígena mixteca.
Ortiz Castro, describe que la novela Ita Andehui, publicada en 1906 por Mariano López Ruíz, se inspira en la ancestral leyenda que en vox populi, es conocida como La leyenda de Ita Andehui, en la cual se narra la tragedia amorosa de Ita Andehui y Anon Nau, en la década de 1450, cuando se enfrentan la nación Mixteca y el Imperio Azteca o Mexica, de ahí el amor de pareja, es inmolado por el amor a la tierra mixteca, sentimiento que no conoce límites, ni sacrificios, y raya en lo inconmensurable, historia y leyenda conviven, dejando su impronta en la siempre conciencia patriótica del mixteco, que se tornará tradición y ejemplo para las demás etnias o naciones que han habitado, lo que hoy es, la República Mexicana. A lo largo de sus 33 breves capítulos, narra parte de la cosmovisión del pueblo mixteco, su religión, moral, historia, algunos personajes históricos notables, como el gran señor Atonaltzin, sucesos memorables, costumbres, entre otros, todo cruzado por la historia de un amor gozoso y sublime, pero ya destinado a concluir trágicamente, temática que le hace atrayente para el lector.
En cuanto a los personajes principales, Ortiz Castro, afirma que, Ita Andehui, es por sus virtudes morales, patrióticas, físicas y sentimentales, el ideal femenino mixteco. Respecto a Anon Nau, podemos decir lo mismo, se trata del modelo masculino mixteco, valiente, patriota, noble, trabajador, esforzado y servidor de su pueblo.
De ahí, que no sea casual que López Ruiz, quisiera sintetizar el prototipo humano mixteco y visión del mundo a lo largo de la narración. En otras palabras, lo que pervive en el inconciente colectivo y que debe estar presente, no perecer, sino fortificarse, se habla de lo positivo humano que puede haber en tal cultura, y desde luego, ligado a los hechos históricos. El mismo Atonaltzin, señor de Coixtlahuaca, participa de esos atributos morales, pues es quien se enfrenta a Moctezuma Ilhuicamina y la Triple Alianza.
El personaje Ita Andehui bien puede encarnar cualquier mujer mixteca anterior a la conquista española, durante la Colonia, o contra las intervenciones norteamericana y francesa, que incentivó y envió al marido, al hijo o al amante a la batalla para defender el territorio mixteco y nacional. En nuestros días, bien podría surgir la Ita Andehui contemporánea, para defender el territorio y la cultura, ante la ola privatizadora y voraz del neoliberalismo, sin que esto indique encerrarse en el mundo aldeano o un nacionalismo a ultranza, sino más bien, significaría defender lo propio, la herencia de los abuelos.
Abrirse al mundo y tomar de él lo que convenga y convenza; pero sin dejarse avasallar. El destino humano, insondable, pero puntual, pues no hay plazo que no se cumpla, es tratado en la novela. Tal temática ha sido fuerte de reflexión en el pensamiento mixteco, y desde la literatura, Mariano López Ruiz lo recrea de modo magnifico. Amor y destino humano, temas universales, le dan a Ita Andehui. Leyenda mixteca, persuasión. Quizá por ese tuvo tanto éxito la obra que, incluso, se hicieron representaciones teatrales: Se representó en el Teatro Luis Mier y Terán en 1910.
Dentro de la novelística de carácter regional, Ita Andehui Leyenda mixteca, sería la primera novela oaxaqueña; tuvieron que pasar 38 años, para que apareciera otra perteneciente a la cultura zapoteca de la región del Istmo: Donají, de Alfredo Cortés Rito, publicada en 1944. Posiblemente la obra Ita Andehui haya motivado a Cortés Rito. Tanto el personaje Ita Andehui como el de Donají, comparten amores trágicos, y son dos leyendas clásicas con cierta similitud en el inconsciente colectivo mixteco y zapoteco. Sostiene Ignacio Ortiz Castro.
El autor califica de novela romántica literaria indígena, dado que garantiza que Ita Andehui sea una novela histórica, dado que de entrada; en cuanto a su registro histórico es indudable el conocimiento de su autor de la cultura mixteca y mexica. De ahí puede ubicarse como una novela histórica. Luego entonces, que efectivamente se trata de una cultura regional que en específico es la mixteca. Se trata de un estudio de carácter histórico-cultural y costumbrista, lo cual le da un sello muy propio como novela. La costumbre, la historia y la filosofía aunadas a la imaginación literaria, dan a esta novela un carácter peculiar, pues se expresa la visión del mundo mixteco. Ita Andehui esta escrita en un lenguaje sencillo y ameno. Se emplea un castellano españolizado propio de la época, al cual se integran términos de los idiomas mexicano (náhuatl) y mixteco.
Ita Andehui, representa la primera novela indígena en México y Latinoamérica, en virtud de que, se encuentra en formato manuscrito, escrita en lengua mixteca, en la variante dialectal del Distrito de Nochixtlán ubicado en la Mixteca Alta de Oaxaca, en hojas tamaño medio oficio, con 33 páginas conteniendo XXXIII capítulos, fechada en el mes de octubre de 1897, con firma calígrafa de Mariano López Ruiz al final. Bien podría afirmarse que dicha novela escrita en idioma mixteco es antecedente único de la literatura indígena actual y este acontecimiento no es causal sino coyuntural. Posiblemente por la temprana aparición de Ita Andehui (primera edición 1906 en español), los estudiosos la desconocen, de ahí que no entre en los registros de la literatura nacional y por ende en la novela mexicana. Empero, cumple muy bien el corte y la clasificación que de esta novelística. La literatura indígena de Ita Andehui se publica en un momento de interfase entre el indianismo y el indigenismo, en un momento casi inactivo e intermedio de producción novelística en México, y que luego el maremagno revolucionario de 1910 hace que se pierda, que no figure ni se conozca. Así pues, su silencio podría ser producto de las circunstancias. Asegura Ortiz Castro.
Finalmente el historiador, recopilador y narrador de hechos históricos, sostiene que Es fama entre los mixtecas de la región tilantongueña, que desde la primera noche de los fatales sucesos, cantó con acento lúgubre un tecolote durante muchos años sobre el picacho de la Roca Gris y que desde esa misma noche, cuando el viento susurra se oyen ayees y lamentos de dolor, vertidos por lo dos amantes esposos, que extinguen allí el castigo impuesto a los suicidas; La Roca Gris está situada cerca del Respiradero de Aire de Mixtlaltongo que en mexicano quiere decir Infiernillo y causa serios temores hasta el día de hoy a los supersticiosos mixtecas, principalmente en las noches heladas de invierno. Mientras que las ancianas Papalotzin y Cozcaxochitl murieron, la primera en 1461 y la segunda en 1462. En este año venció Moctezuma al valiente Atonaltzin y Coixtlahuaca de nación independiente pasó a ser tributaria de la Corona de México. Las jóvenes Metztli y Oceloxochitl casaron ventajosamente con nobles de la Corte de Tilantongo. Citlaltemoc conocido como Mallinali quedó bajo la protección del Rey saon Uni Ñaña, quien lo puso en el Seminario de Achiutla en edad competente, y allí se instruyó en los conocimientos científicos que poseía la casta sacerdotal. Ya hombre fue un guerrero de fama y un buen gobernante, pues rigió los destinos de Tlaxiaco en época aciaga para su patria, concluye el escritor Ignacio Ortiz Castro.
Foto: Karol Joseph Gálvez López