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Colaboración: José Luis Sánchez Canseco*
Oaxaca, Oax. 07 de mayo 2012 (Quadratín).-En abril pasado se realizó un ejercicio inédito de transparencia en el Congreso del Estado, ya que públicamente aspirantes al consejo y la titularidad de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, expusieron argumentos y propuestas de trabajo en la materia. Los ciudadanos ahí presentes pudimos escuchar, observar y analizar las réplicas y señalamientos por parte de los diputados integrantes de la Comisión convocante. Semejante ejercicio nos da la pauta para afirmar que los espacios públicos de discusión, resultan necesarios si pretendemos dar legitimidad a procesos de selección de servidores públicos, y por otra parte, resulta también un parte aguas como sistema meritocratico en la función pública.
La combinación de transparencia y meritocracia, esta última como aquel paradigma de selección en base a los méritos profesionales y aportaciones a la materia en cuestión, sirven de base para que los responsables de nombrar los cargos mencionados mantengan un criterio congruente con la decisión final, así mismo, aquéllos paradigmas resultan bases fundamentales para que los ciudadanos construyan la llamada opinión pública. Un ejemplo de ello es el fenómeno que se dio en el mes de abril en torno a diversas manifestaciones hacia algunos candidatos, destacando la persona del Dr. Rubén Vasconcelos Méndez como el aspirante que encontró mayor legitimidad para diversos sectores de la sociedad oaxaqueña: como barraras de abogados, asociaciones defensoras de derechos humanos, grupos vulnerables, profesionistas, iniciativa privada y ciudadanos destacados, entre otros. La opinión convergente en las expresiones de apoyo al Dr. Rubén Vasconcelos Méndez, fue la de un profesional destacado tanto a nivel nacional como internacional, y en nuestro país como uno de los que impulsaron y diseñaron las reformas constitucionales en materia de derechos humanos como la del año 2008 en materia de garantías para adolescentes, así como sus aportaciones bibliográficas y su trayectoria de dedicación y compromiso por los valores y principios constitucionales.
Es por ello que en el proceso de elección del ombudsman oaxaqueño, podemos observar que una combinación de transparencia, meritocracia y opinión pública, puede arrojar que la titularidad de tan importante institución sea encabezada por el postulante más idóneo profesionalmente hablando y socialmente legitimado. Esperemos, como ya mencioné, la congruencia de los diputados en su momento. Y hay que reconocer, que la apertura de las audiencias a la opinión pública, fue una muestra de nuestros legisladores por la construcción de paradigmas tan necesarios en la elección de funcionarios públicos en nuestro Estado.
*Primer lugar del Concurso Nacional de Ensayo La cultura de la transparencia, 2009.
(Convocado por IEAIP Oaxaca y México Abierto A. C.)