
Mujeres de San Antonio de la Cal logran la tlayuda más grande del mundo
México, DF. 04 de marzo de 2013 (Quadratín).- Las semejanzas son reveladoras. Detrás de la detención de la defenestrada Elba Esther Gordillo existe un plan -no del todo nuevo- restaurado para fortalecer al titular del ejecutivo y cumplir los compromisos contraídos. Sin dejar de lado la voluntad presidencial de llevar a cuentas a una delincuente con disfraz de líder sindical, el componente de la precisión de la aprehensión aviva los pronósticos respecto a quien será el próximo en el banquillo de los acusados. Posibilidad que complace a amplios sectores de la ciudadanía, pero que inevitablemente subyace la comparación que nos hace revivir viejos episodios. Veamos porqué
A) Mucho se ha hablado de la similitud entre la detención de la maestra y la del entonces líder petrolero Joaquín Hernández Galicia alias la Quina, durante la administración de Salinas de Gortari. No me ocuparé mucho en ampliar una hipótesis comentada en exceso, pero si considero importante subrayar los aspectos que vinieron acompañados de aquel encarcelamiento por el paralelismo que guardan a las de hoy. El entonces presidente Salinas requería, antes que nada, legitimarse en el poder y hacerse de fuerza para las tareas de gobierno después de los polémicos comicios en los que resultó electo. La aprehensión de la Quina en los primeros días de su mandato vino acompañado de otro líder sindical, Carlos Jonguitud, y en su lugar llegaron dos creaturas suyas: Carlos Romero Deshamps y la Maestra Elba Esther Gordillo. Semejante a la llegada de Juan Díaz de la Torre al SNTE. La premisa para estos servidores del gobierno era no olvidar el pecado de sus antecesores y los márgenes en el ejercicio de su competencia. Elba lo olvidó y transgredió esa máxima por la que hoy empieza a pagar sus excesos.
Que a nadie le parezca casual el siguiente arresto, porque el modelo así lo marca. Algunos aseguran que el próximo golpe será para el líder petrolero, y aunque las justificaciones de esa tesis son sobradas, la sumisión y la personalidad anodina del personaje lo pudiera salvar. Cobra mayor sentido político, en un año electoral, la idea de ir por un exgobernador del PRI como un doble mensaje: por un lado se intimida a la clase política en general, y por el otro, se dota de autoridad moral para ir por opositores incómodos con turbio pasado. Bajo esa perspectiva la lista es infinita: Desde los recientes casos de corrupción como Andrés Granier y Humberto Moreira, hasta los impresentables como Fidel Herrera, Tomas Yarrington, Ulises Ruiz y un largo etcétera. El mensaje a Oaxaca es muy claro: o se ajustan a los intereses presidenciales o la ley del garrote se impondrá en la entidad.
B) Otra equiparación, es el ancestral Compromiso Nacional por la Legitimidad y la Democracia un acuerdo político muy semejante al Pacto por México que se consumó como una de las primeras acciones del entonces presidente Salinas de Gortari. Aquel lo suscribiría solo el Partido Acción Nacional (PAN), en el que reconocía la falta de legitimidad de origen del titular del ejecutivo, pero éste se comprometía a cambio a construirla en base a la apertura de espacios para la oposición. A ese periodo de reconocimiento y complicidad de los proyectos privatizadores se le llamó concertacesión. Un acuerdo muy lucrativo para acción nacional que le permitió cogobernar con el PRI: pasó de no gobernar ningún estado de la república al inicio del salinato, a terminar la administración con nueve gubernaturas que les fueron cedidas al margen de las urnas. En aquel entonces, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no acompañó dicho pacto, lo que le ganó simpatías y un crecimiento electoral importante basado en la identificación ciudadana. Hoy la ambición y la estrechez de miras de los que administran la marca, se prestaron a firmarlo sin percatarse que dejan un vacío que pudiera capitalizar su oponente principal: López Obrador. Sin embargo, la vigencia del Pacto por México anuncia una buena y una mala. La Buena, como lo señalé hace unos meses en este espacio es que el sumario indica -de cumplirse como hasta ahora- que los poderes fácticos se verán reducidos en su poder (Televisoras y Telefonía). Y la mala, es que estamos atestiguando la supremacía de un pacto por encima del poder institucional, retrocediendo a los tiempos donde el Congreso era coro de acompañamiento del poder presidencial, sepultando la función de contrapeso institucional que se había ganado en las últimas legislaturas.
C) Con lo sucedido el día de ayer en la Asamblea Nacional del PRI, al quitar los candados estatutarios para que los legisladores priistas puedan analizar en el Congreso de la Unión el aumento al IVA en alimentos y medicinas, así como abrir a la inversión privada las áreas estratégicas de PEMEX, se anuncia el paso siguiente: la reforma energética. Con la ilusión de modernidad y transformación el priismo dócil y acomodaticio alzó la mano, se quitaron el yerro nacionalista que les disgustaba. Si bien, el partido venía desde hace algunos años vacilantes y dubitativos, con devaneos a la derecha, ayer se exhibió como un partido incapaz de hacerle frente a su identidad. El juego de las especulaciones tiene cabida porque la practicidad con la que procesaron los cambios evidenciaron la ausencia de deliberación.
Es lamentable que los verdaderos retos en una reforma enfocada al desarrollo de la empresa no consideren: 1) cambiar el régimen fiscal a la que está sujeta, porque paga impuestos altísimos por la deficiencia recaudatoria de nuestro gobierno. Somos el único país en la región que no ha aumentado su tasa de recaudación fiscal en 40 años; y 2) acabar con la corrupción -según un reporte de la UNAM- el 90 por ciento de estos malos manejos se originan en las relaciones empresa con terceros, en una perversa red de complicidades que involucra a altos funcionarios de la paraestatal con inversionistas y proveedores nacionales y extranjeros. Nuestra experiencia desbarata la idea de que la panacea de PEMEX sea abrirse a la inversión privada.
Lo reseñado no desmerece ni vaticina, simplemente apuntala determinados acontecimientos que no hay que perder de vista.
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Twitter: @juandiazcarr
Abogado, economista y periodista.
Foto: ambientación.