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Periodistas del New York Times podrán utilizar IA de forma legal
Oaxaca, Oax., 20 de febrero de 2012 (Quadratín).-Lagunas, confusiones, contrariedades e inequidades son elementos que definen la nueva reglamentación electoral que regirá las campañas electorales federales. Estas circunstancias le permiten al titular del Ejecutivo federal tejer sus estrategias para sacar raja en estos 45 días de silencio electoral, mientras los candidatos a cargos de elección popular se cuidan de no incurrir en una infracción electoral.
PREÁMBULO. Nos encontramos a 22 años de haber concebido este sistema electoral que hoy se encuentra en crisis. Apresado del intervencionismo externo que lo deslegitima y obstaculiza, acá 2 razones fundamentales:
La primera, la injerencia desde el poder. Si bien, las reformas a las institución electoral de 1994 sirvió para que se celebraran los primeros comicios legales (no equitativos) en el país no logró independizarse del gobierno, ya que era presidido por el Secretario de Gobernación. Años más tarde en 1996 con la reforma al artículo 41 constitucional el sistema electoral fue mejorado con la incorporación de ciudadanos al IFE lo que le dotó de independencia y una naciente imparcialidad. No obstante, esos avances se vieron perturbados por el desaseo y la violación a la reglamentación electoral en la que incurrió Vicente Fox en la pasada elección presidencial del 2006, así como la participación encubierta de funcionarios del propio instituto y otros poderes fácticos. Las consecuencias hoy las padecemos: un gobierno de la república con complejo de legitimidad que causó daños irreparables a la nación.
Segundo, el cuotismo. Las tres reformas al IFE (`94 y `96) se crearon para cuidarle las manos al gobierno en las decisiones internas del órgano electoral y en los procesos electorales. En un principio pudieron quitarle la influencia al gobierno pero acabaron por concederle el dominio a los partidos políticos. Es la partidocracia quienes actualmente se reparten las posiciones del Instituto Federal Electoral (IFE) como si de sus partidos se tratara. La mejor muestra la tenemos en el año que tardó la cámara de diputados en nombrar a los tres consejeros pendientes, donde el PRI quiso hacer valer su mayoría y buscaba impulsar dos de las tres posiciones a elegir, a lo que el PAN y PRD se oponían, no porque estuvieran preocupados por cubrir los perfiles de los consejeros a seleccionar, sino porque ellos proponían que la cuota fuera distributiva: Uno para cada uno.
10 años después y derivado de ese controvertido proceso electoral del 2006, los jerarcas de los partidos políticos reformaron nuevamente el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), como una magna operación cicatriz la cual buscaba darle serenidad política al país; pero acabo siendo más un arreglo político que un avance normativo, puesto que no pudieron cubrir los intensos vacíos y pendientes existentes. Esta reforma no le ha ido bien en sus primeras experiencias electorales, tanto en los procesos locales como en los federales del 2009, el motivo puede ser las evasivas y omisiones en las que infringieron en su gestación. Un ejemplo de ello, es la enorme laguna normativa de la reglamentación del artículo 134 constitucional en su 8º párrafo referente a la regulación de la propaganda de servidores públicos, misma que le ha permitido a la gran mayoría de los aspirantes a posicionarse como funcionarios para luego alcanzar sus objetivos particulares.
AMENAZA. Estamos transitando el periodo de inter campañas políticas y el riego de repetir los errores del pasado cada vez crecen con mayor fuerza. Sabemos que la imagen del partido en el poder (PAN) está dañada por la decepción ciudadana y el empeoramiento de la calidad de vida de la población causada en 12 años al frente del gobierno federal. El ingrediente adicional en esta elección, será la desesperación que muestra Felipe Calderón, quien por no alcanzar sus propósitos sexenalistas incitó a este caos generalizado y ahora teme por su suerte jurídica una vez que entregue el poder. En consecuencia, todo puede suceder en estos 45 días de mutis electoral, el presidente está decidido a instrumentar cualquier arrebato con tal de no perder el poder. Desde ensangrentar aún más el territorio nacional, hasta llevar a prisión a un político perteneciente a las élites partidistas. No es una casualidad que la filtración de esa alerta migratoria en contra de tres exgobernadores tamaulipecos fuera parte de este caldo que se está preparando, ni tampoco los 25 millones que le fueron confiscados al gobierno de Veracruz por la PGR, o incluso la suerte penal de algunos exgobernadores polémicos como: Ulises Ruiz, Mario Marín, Fidel Herrera, Humberto Moreira o Leonel Godoy. Valga señalar que éste último corrió presuroso a protegerse del fuero constitucional en el senado de la república en cuanto entregó el gobierno de Michoacán, por algo será.
Desafortunadamente nuestra legislación ha ido de la judicialización de las elecciones a la criminalización de la política. La fiscalía especial que fue creada para los delitos electorales (FEDAPE), se redujo a una mera oficina de trámites burocráticos sin más luces que las maniobras electoreras que desde ahí se quieren emprender. Como el reciente e imprudente movimiento del titular de la FEPADE con tufo de alistar la artillería en contra de los adversarios políticos del presidente en plena competencia electoral. Lo anterior, hace suponer que el resultado de las próximas elecciones -sea cual sea la diferencia del mismo-, no garantizará legitimidad; lo único que puede garantizarla, será el desempeño apegado a derecho y el cambio de los paradigmas de nuestros políticos. El camino no es cambiar la ley para transformar la realidad que nos agobia. El sendero correcto es que las autoridades y los candidatos no usen el engaño, la trampa y la manipulación de la ley como mecanismo de conquista política. Si Calderón no asume su responsabilidad institucional y no cambia esa conducta visceral que ha mostrado, no sólo estará incitando a restaurar el antiguo régimen de ilegalidad, sino que terminará por adjudicarse otra catástrofe al enrarecer aún más estas elecciones.
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Twitter: @juandiazcarr
Maestro en economía, licenciado en derecho y consultor político.
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