Jueces latinoamericanos intercambian experiencias con futuros funcionarios

Oaxaca, Oax. 23 de octubre de 2012 (Quadratín).- Dentro del proyecto de formación para jueces que lleva a cabo el Poder Judicial del Estado, este martes arribaron a la capital oaxaqueña, dos académicos e impartidores de justicia de Costa Rica y Colombia, Carlos Núñez Núñez y Carlos Andrés Guzmán Díaz respectivamente, con la finalidad de intercambiar experiencias sobre los retos, logros y retrocesos de la reforma penal en sus países con los futuros funcionarios judiciales de la entidad.
En breve entrevista, Carlos Núñez Núñez, juez penal y profesor de la Escuela Judicial en Costa Rica explicó que si los poderes judiciales se construyen sobre la base de la legitimación social, es muy probable que contribuya a recuperar la confianza de la sociedad en la institución que administra justicia.
“La reforma penal no puede ir separada de esta legitimación, los jueces deben cuidar el lenguaje que utilizan en sus resoluciones judiciales y la forma en que tratan a la gente que acude a los juzgados, la aplicación del nuevo sistema penal no puede ir separada de estas actitudes, alguien que se esconde en la parafernalia judicial, deslegitima el proceso”, expresó el también el miembro honorario de la Federación Centroamericana de Jueces.
Señaló que un juez que es déspota en el sistema escrito, fácilmente puede convertirse en un juzgador déspota en el acusatorio adversarial, de ahí la importancia de la capacitación. Por lo que reconoció el esfuerzo del Poder Judicial de Oaxaca con el programa de formación judicial hacia sus futuros jueces de juicio oral.
Asimismo, mencionó que esta formación debe enfocarse en grandes rubros como son la imparcialidad, transparencia, ética, apertura y servicio público. “Es importante, no sólo transmitir los conocimientos, sino ir moldeando, bajos estos principios, a quienes administrarán justicia en un futuro”, dijo.
El académico resaltó que el nuevo sistema acusatorio oral beneficia a la ciudadanía, al contar con jueces independientes, imparciales, separados de los criterios de investigación y más enfocados a conocer el hecho, lo cual permite humanizar el proceso. “Que los jueces realmente sientan que están juzgando a una persona y que lo están haciendo de forma transparente”.
Finamente, dijo que para la consolidación de la reforma penal es importante la apertura por parte de las autoridades y de la sociedad, porque éste es un proceso que se va construyendo entre todos, con lo cual la sociedad se va a beneficiar en la transparencia que deberá ser garantía de un debido proceso.