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OAXACA, Oax. 24 de noviembre de 2013 (Quadratín).- Con un concierto que desbordó la alegría: la del director huésped Lanfranco Marcelletti, la de los músicos y notoriamente la del público reunido en el teatro Macedonio Alcalá, culminó la noche de este sábado el Encuentro Filarmónico Oaxaca 2013.
Un concierto a decir de algunos conocedores como “redondo”, porque todas las secciones de la orquesta coincidieron totalmente bajo la batuta del director invitado, pero sobre todo alegre y divertido, como lo había pronosticado el mismo Marcelletti.
La conjunción de 55 músicos oaxaqueños, la mayoría solistas de reconocidas orquestas sinfónicas del país, y de al menos quince invitados de otros estados, produjo una orquesta “única en el mundo” en palabras del director invitado.
“No conozco ninguna orquesta así, formada por músicos de un mismo estado, o de una misma región, ni en Venezuela, ni en mi ciudad Recife, en Brasil, podría hacerse esto. Se puede reunir a los mejores músicos de un país, pero no existen tantos en una misma región para conformar una orquesta”, comentó Marcelletti.
En la primera parte del concierto pudo apreciarse el virtuosismo de Roque Robles, marimbista solista originario del Istmo de Tehuantepec, en el Concierto para Marimba y Orquesta número 1 opus 12 de Ney Rosauro, al que precedió el Homenaje a García Lorca de Silvestre Revueltas.
Roque Robles obsequió además otra pieza fuera del programa, en un solo de marimba: La Sandunga.
La segunda parte del programa, que abrió con la Obertura Festiva de Shostakovich, continuó con la Suite del lago de los cisnes y cerró con el Huapango de José Pablo Moncayo, provocó el aplauso continuo y ovaciones anticipadas.
Lanfranco Marcelletti, director titular de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, expresó en su camerino, antes del inicio que la “belleza” y singularidad de la orquesta del Encuentro Filarmónico es que los integrantes además de ser profesionales, quieren estar ahí.
“La belleza es que es un grupo en el todos quieren estar ahí, eso cambia muchísimo el resultado, no somos una orquesta que está junta siempre, con una rutina establecida.
“Es increíble lo que se ha hecho en dos días de ensayo. Yo encontré un grupo con gran placer, alegría, muy preparado, y no solo preparado, sino flexible, muy disponible, personas simpáticas.
“Así que en esta orquesta se conjunta el placer con el profesionalismo y tenemos un resultado muy bonito”, dijo Mercelletti mientras se alimentaba con frutos secos antes de salir al escenario.
El buen humor del director también fue singular. “A ver, vamos a practicar el aplauso. Se aplaude fuerte, y cuando sale el director se aplaude más fuerte”, pidió al público.
En opinión de Marcelletti, otra característica del músico oaxaqueño, que impregnó los dos conciertos ofrecidos en el Encuentro Filarmónico, es la fuerza de voluntad y su arraigo popular:
“Talento hay en todas partes del mundo, no sólo en Oaxaca, pero aquí se forman a fuerza de voluntad, con muchas dificultades salen a buscar sus maestros, el ejemplo son Omar Guevara y Faustino Díaz, dos concertinos extraordinarios”, expuso.
“Hay otra cosa – dijo- que me llama la atención, tienen una cultura popular, étnica, local, muy fuerte, y aun así tienen mucho interés en la música clásica, que es otro lenguaje y que con mayores exigencias”
Conclusión: “Aprendí a respetar a estos músicos y me llevo esa frescura, esa alegría. Yo vengo a dirigir a Oaxaca si vuelven a invitarmo, por nada, porque sé que me la voy a pasar muy bien.
“Cuando terminamos ayer el ensayo con el Huapango, los músicos se abrazaban, se besaban; soy el director pero ya me siento parte del grupo. Y voy a regresar a Oaxaca; quiero venir a pasear, yo creo que enero voy a estar solo, sin partituras”.
El broche de oro del Encuentro Filarmónico Oaxaca 2013, coordinado por los concertinos Omar Guevara y Faustino Díaz, con el apoyo de las instituciones de cultura estatal y federal, fue la interpretación de Dios nunca muere, de Macedonio Alcalá, con arreglo del maestro Manuel Moreno.