Llora, el país amado…
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de abril de 2016.- En la guerra de descalificaciones políticas y personales, vía redes sociales, que un día sí y el otro también libran los candidatos a la gubernatura de las dos coaliciones electorales, queda la sensación que el mejor adversario de un priista es otro priista, aun cuando en este caso Estefan Garfias ya no porte la camiseta tricolor sino la amarilla, matizada con azul tornasolado.
Se ignora a ciencia cierta quién tiró la primera piedra cargada de lodo, pero de lo que no hay duda es que a los ojos de un sector de electores que cuentan con teléfono celular y tienen acceso a servicios de internet, en cuestión de ética personal y conducta como servidores públicos tanto el candidato del PRI, Alejandro Murat, como el de la coalición CREO, José Antonio Estefan Garfias, casi se cortan con la misma tijera. Tan malo el tricolor como el tricolor…pintado de amarillo.
Desde los sótanos del cuarto de guerra del candidato del CREO, se acusa a padre e hijo de la familia Murat, y a río revuelto también a la esposa de Alejandro, de poseer lujosos departamentos en Nueva York. Pero, en respuesta, los expertos en guerra sucia del PRI reviran acusando a Pepe Toño de mentiroso y de adquirir en el 2006, a nombre de su esposa, dos bienes inmuebles en San Antonio Texas, así como dos más a nombre de sus sobrinos Francisco y Alma Rosa Siman Estefan.
Han abundado las “revelaciones” sobre la vida personal e íntima de ambos y en donde el que se ha llevado la peor parte es el expriista y hoy perredista, a quien , en la contracampaña priista, se le señala con índice de fuego como cómplice y beneficiario de la ola corruptora del gobierno de Gabino Cué.
Que si es uno es de aquí (pero ni iraquí) y el otro de allá y acullá, más que un tema de controversia legal es parte de una estrategia mediática que desde la precampaña los estrategas del cuarto de guerra del PRD-PAN lo tomaron como su principal instrumento para intentar dejar fuera de la contienda y minar la credibilidad de Alejandro Murat. No lo han logrado, sin embargo la campaña, lo mismo en el terreno legal que mediático(en sus dos niveles), ha pegado fuerte en la imagen y preferencias del candidato del PRI, pero no al punto de bajarlo como puntero, blindado como está por un partido que en Oaxaca es primera fuerza electoral y con el mayor voto duro.
En cambio, la guerra sucia del PRI sí ha puesto en apuros al candidato del CREO cuya burbuja ya no sabe si lo mejor es seguir invirtiendo millonarios recursos en movilizaciones multitudinarias para crear la percepción de un candidato ganador, deslindarse suavemente de la “mafia en el poder” gabinista, o seguirle apostando a las encuestas a modo con el riesgo de que se les pase la mano como ocurrió con la apócrifa encuesta de Milenio.
Pródiga en gazapos, las campañas y contracampañas por la gubernatura que libran cuerpo a cuerpo los candidatos del PRI y del PAN_PRD, aún no entra en su fase decisiva: ya se iniciaron las campañas por las diputaciones pero aún están por iniciarse las municipales.
Y aún faltan conocer las cartas que los candidatos del viejo PRI y del PRI reciclado tienen guardadas para el primer debate, en donde también Benjamín Robles, del PT, y Salomón Jara de MORENA, tendrán mucho que decir acerca de Pepe Toño y Murat, pero, no lo duden, también del papel que en este proceso están jugando, el gobierno federal así como el gobernador Gabino Cué y sus homólogos de Puebla, Michoacán y la Ciudad de México.
Twitter:@YescasIsidoro