La Constitución de 1854 y la crisis de México
Indicador Político
MÉXICO, DF, 18 de noviembre de 2015.- En medio de acuerdos secretos, en lo oscurito o debajo de la mesa entre los poderes, el mecanismo de selección vía ternas estaría llegando a su fin porque en los hechos no garantiza una competencia equitativa. La clave del asunto se localiza en los desequilibrios en la configuración de las ternas o de la lista de competidores.
El mecanismo de la selección de personas entre opciones de una lista quiere ser presentado como una forma democrática; sin embargo, en ciencia política hay una técnica cuantitativa conocida como teoría de los juegos a través de la cual las opciones llevan en sí mismas las preferencias.
En 1976 el rey Juan Carlos I le pidió al Consejo del Reino que le presentara una terna de candidatos a la presidencia del gobierno, luego de la caída de Carlos Arias Navarro. La estrategia consintió en encontrar a una persona que viniera del franquismo pero que representara las opciones democráticas pactadas por el rey con su padre, don Juan de Borbón.
La terna escogida fue entre ministros franquistas, pero la trampa política tenía sus claves: dos propuestos tenían 53 años y estaban comprometidos con Franco y Adolfo Suárez apenas tenía 44 y era una hechura de Juan Carlos como Príncipe a Título de Rey, una figura inventada por Franco para evitar el reinado de don Juan de Borbón, el heredero con pensamiento democrático.
La teoría de los juegos aplicada a la terna para elegir la presidencia del gobierno de España benefició a Suárez.
En México hubo recientemente una designación entre opciones pero basada en la teoría de los juegos: la configuración de los diez aspirantes formales a la rectoría de la UNAM fue decidida por la Junta de Gobierno dominada por el rector saliente José Narro Robles. La lista se armó de tal manera desequilibrada y con posiciones polarizantes, que el nuevo rector saldría de las figuras más débiles y manejables.
Así ganó Enrique Graue entre candidatos que venían contaminados por el radicalismo ideológico, el peso menor en su presencia académica y el paso de otros por posiciones gubernamentales. Graue, de la especialidad de medicina de Narro, ganó por representar el menor grado de conflictividad entre los demás y su gestión dependerá de que Narro siga controlando los hilos del poder universitario. Pero la clave fue el armado de una lista con figuras que representaban inestabilidad en la UNAM.
Ahora viene la designación de dos ministros de la Suprema Corte y el Presidente de la República envió una terna para cada asiento libre. La configuración de las ternas lleva ya ciertas marcas que caerían en el modelo de la teoría de los juegos: en la primera va una funcionaria del área judicial fiscal, una abogada del sector judicial y una funcionaria con carga polémica en casos judiciales.
En la otra terna también hay casos que implicarían en primer sentido un descarte obvio: un funcionario de tribunales fiscales, el procurador del Estado de México donde el Presidente fue gobernador y un exprocurador fiscal.
O las primeras ternas de bajo nivel fueron enviadas para descartarlas y solicitar otras o los senadores tendrán que entrarle al juego y escoger entre dos malos y uno bueno en ambas ternas en las que el caso del exsubsecretario Sergio Alcocer en la UNAM sea parte del juego de descartes y no un error de cálculo.
Sólo para sus ojos:
La política exterior de México se ha puesto a prueba. No por el fácil camino de condenar el terrorismo como el de París sino el de fijar posición ante la política bélica de EE.UU., Francia, Inglaterra e Italia en el medio oriente. México debe condenar los bombardeos de Francia sobre Siria.
El GDF sigue arreglando irregularidades en la construcción del circuito interior; pero debe aclarar si fueron por desgaste natural o es otro expediente de corrupción durante la gestión de Marcelo Ebrard como jefe de Gobierno.
Hechos bolas los nuevos delegados en el DF, sobre todo los de Morena. Llegaron tumbando caña y ahora no saben cómo arreglar sus propios problemas.
Los mensajes de la economía internacional durante 2016 siguen llegando de manera pesimista: bajará el PIB y México sigue sin tener eficaces programas contracíclicos. Hay que prepararse para una nueva baja en la tendencia del PIB.
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@carlosramirezh