Las Fábulas de Esopo, grabados de Francisco Toledo, se expone en el CaSa

Oaxaca, Oax. 22 de junio de 2013 (Quadratín).- “El asno en la piel del león”, “El buey y la rana”, “El calvo y la mosca”, “El perro y el reflejo en el río” y “El león y el mosquito luchador”, son algunos de los grabados que componen la exposición Fábulas de Esopo, del maestro Francisco Toledo, inaugurada en el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa).
Las imágenes del artista juchiteco elaboradas en diferentes técnicas como agua tinta, agua fuerte, punta seca y otras, surgen a partir del hallazgo de una edición de ese conocido libro pero impreso en 1849 y que traduce los textos en latín y español “para el uso de los jóvenes que cursan la Cátedra de Latinidad en el Colegio Seminario”, según se aprecia en la portada de pequeño cuaderno .
La muestra se compone de 49 grabados impresos en el taller Fernando Sandoval sobre papel Hanhemülhle, fabricado con las más finas fibras de algodón, libre de ácidos y extremadamente resistente al envejecimiento.
Sobre el descubrimiento de este antiguo libro, Guillermo Santos escribe: “Esopo sigue siendo un enigma universal. Su rostro pertenece al cementerio de imágenes que nos ha legado la antigüedad. Como ignoramos su fisonomía nos contentamos con imaginar ese rostro como el de la Gorgono o como el de un basilisco”.
Así también, continúa, Francisco Toledo sospecha a Esopo. Sapo mitológico y antepasado, espejo de un abismo. Sus textos terminan de configurar una imagen de ensoñación. Mitad humano, mitad animal.
Así, la exposición es un homenaje al hallazgo de ese antiguo libro en Oaxaca, encontrado por el impresor Juan Pascoe. Sin embargo, ahí no termina todo, porque el próximo paso será integrar una carpeta con cuya venta se apoye la creación de una editorial en lenguas indígenas.
En la inauguración de la exposición estuvieron presentes el maestro Francisco Toledo, la presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú en Oaxaca, Isabel Grañén Porrúa, impulsora del proyecto y otras destacadas personalidades.
Foto: Jerónimo