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OAXACA, Oax. 31 de diciembre de 2015.- Al llegar a los 50 años de edad, entre un 15 y 20 por ciento de hombres desarrollan los síntomas de la andropausia (deficiencia parcial de las hormonas llamadas andrógenos) y que consisten en cansancio, falta de fuerza, disminución de la mesa muscular e incremento en la proporción de tejido adiposo, o sea la aparición de “pancita o curva de la felicidad”, que no se reduce con facilidad, así como pérdida de la densidad de mineral óseo, antecedentes de la osteoporosis.
Por la alteración de la testosterona que también tiene una función a nivel cerebral, quien lo padece olvida cosas con frecuencia, se vuelve más irritable y tiene insomnio; pero la razón principal por la cual se solicita ayuda médica es por trastornos de la erección que conducen a la disfunción eréctil, indicó la doctora Rosa Maria Santiago Cruz, coordinadora de Atención y Prevención de la Salud, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se informa en un comunicado.
La disminución de la líbido o deseo sexual, son los primeros síntomas que indican la aparición de la andropausia, uno de ellos es un menor número de ocasiones a la semana que se despierta con erección, que normalmente debe ser entre tres o cuatro veces; así como una dificultad para lograrla de forma voluntaria, y si se logra, no tendrá el suficiente grado de rigidez o se perderá rápidamente.
Ante este conjunto de signos, y tras un diagnóstico profesional realizado por un andrólogo o urólogo, la doctora Santiago Cruz explicó que quienes sufren la deficiencia parcial de andrógenos y no tienen riesgo de padecer cáncer prostático, son candidatos ideales para la terapia hormonal de reemplazo, con la cual “el paciente rejuvenece”.
Ésta consistirá en la administración de testosterona por vía intramuscular, en regímenes de 21 a 31 días, y es un tratamiento que se proporciona en el servicio de este hospital del IMSS.
Entre los beneficios de la terapia, son mejoras en la sintomatología referida, así como el retraso de complicaciones que pudieran asociar a la andropausia con enfermedades crónico degenerativas como la diabetes y la hipertensión, haciendo también el control de estas más sencillo.
La doctora del IMSS dijo que sólo se aplica después de una revisión que incluye estudios hormonales, evaluación prostática, parámetro de sangre y una exploración física mediante tacto rectal; una vez que los estudios indiquen la deficiencia de hormonas es cuando la terapia puede aplicarse y disfrutar de sus beneficios, pues en caso contrario de no necesitarse, puede provocar que problemas como el de la disfunción eréctil no se resuelvan y un efecto negativo que modificaría la producción de espermatozoides y un aumento en el riesgo de padecer alguna enfermedad prostática.
Otro dato importante que citó la doctora Santiago Cruz es que la andropausia se inicia diez años antes de referir los primeros síntomas, es decir, a los 40 años comienzan a gestarse en el cuerpo cambios sutiles en la secreción de las hormonas encargadas de la producción de espermatozoides y del estímulo para producir la testosterona, pero no se perciben y en apariencia la vida continúa con normalidad.
Explicó que la andropausia no debe confundirse con la menopausia, ya que ésta es el cese de las funciones reproductivas en la mujer con el término de los periodos menstruales, y con la llegada de la andropausia no finaliza la vida reproductiva del hombre, ya que produce hormonas desde que inicia su vida reproductiva y lo sigue haciendo hasta que muere; “la única manera por la cual pueden cesar los andrógenos es hacer una extirpación de los testículos”, indicó.