Exhiben multipremiada cinta La Soledad de María Conchita Díaz en FIC
LA HABANA, Cuba, 25 de marzo del 2016. El trono de Sus Satánicas Majestades ya ha sido dispuesto. Un macroescenario decorado con ribetes luminosos de colorido afrocubano, muy considerada señal de respeto a sus majestades orishas, los dioses yoruba de la Perla de las Antillas.
Con información que pública Pablo de Llano en el portal El País, son cuatro lenguas frontales de bocinas y ocho torres de repetición de 20 metros distribuidas por el pasto emitirán un ciclón de vatios tan descomunal que uno diría que si sopla el aire hacia el norte la voz de Jagger entrará directa por las ventanas de las casas de sus familiares de Miami.
“Los cubanos vamos a alucinar. No vas a tener que esperar que toquen el primer acorde para verlo. Sólo con los primeros fuegos la gente ya va a estar completamente loca, porque nunca en la vida se ha visto en este país un espectáculo visual como este”, adelantaba el cineasta Eduardo del Llano, viejo rockero habanero, el miércoles a las cuatro de la tarde en el Submarino Amarillo, un bar homenaje a los Beatles creado por el Ministerio de Cultura en el que se estaban tocando versiones de rock con la misma ilusión que si fuera medianoche de un sábado de los años sesenta.