Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
Análisis a Fondo
MÉXICO, DF., 26 de enero de 2016.- En economía, si usted amigo economista del gobierno no me contradice, lo que sube nunca vuelve a bajar. Por ejemplo, los precios suben y suben y suben, aunque hay precios especialísimos que caen y nunca en su vida volverán a subir a sus mejores niveles, como los de los hidrocarburos, los del aceite pétreo.
Jonathan Heath, asesor de la American Chamber (Amcham) y veterana fuente informativa del periodismo aquel que ni copiaba ni pegaba, sino que analizaba, lo tiene muy bien aprendido y comprobado:
Los actuales precios del petróleo, en la lona, y del dólar, en la cúspide, reflejan una “nueva realidad” económica en el mundo y en la relación de ambos vecinos, y en ninguno de los dos casos van a regresar las cotizaciones del pasado.
El amigo Heath (¿me recuerdas Johnathan?) rechaza que la economía mexicana tenga pulmonía o bronquitis, ni tampoco que esto sea una tormenta perfecta; sin embargo, reconoce que el mayor daño por la volatilidad y el nerviosismo que se genera en los mercados es “sicológico”. Bueno, como todo, hasta las enfermedades tienen una buena porción de causas sicológicas. Y agregaría que los encargados de dirigir las políticas económicas son muy bisoños y en muchos casos, en los más importantes, son hasta villamelones, como en la fiesta de los toros.
Aun en este contexto, el representante de la cámara de comercio dijo que en México no hay afectaciones a la inflación y el crecimiento económico es superior a 2%. Pero yo creo que sí las hay porque los productores, cosechadores, distribuidores, comerciantes se están aprovechando del río revuelto y han incrementado por lo menos en un 30 por ciento los precios de los bienes y servicios. A mi me consta porque la hago de señora de la casa y voy de compras al supermercado cada sábado o domingo según mi conveniencia de tiempos.
Lamento contradecirte, amigo Jonathan. No estamos muy lejos de una pulmonía o bronquitis, si no es que ya la estamos padeciendo; la economía, la de los grandes detentadores de los medios de producción es probable que siga creciendo, pero la inflación no está a niveles mínimos, mi querido amigo. Me extraña que siendo araña no puedas tejer la telaraña.
Sí tiene toda la razón Heath al afirmar que el peso no regresará a los niveles del año pasado: la Amcham estima que el precio de la divisa estadounidense va a cerrar en 18.13 pesos al final de este año, lejos del 15.83 pesos que observó el año pasado. Y yo me atrevo a asegurar que va a cerrar 2016 frisando los 25 pesos. A ver quién tiene la razón, que en esto de los pronósticos hay mucho de percepciones más que de cálculos matemáticos.
La más reciente encuesta de expertos en economía, que realiza Banamex, detalló que se espera que el tipo de cambio sea de 17.50 pesos por dólar en 2016, y de 17.10 el próximo año.
“Pero ni todas las empresas ni todas las personas están afectadas, no es un fenómeno generalizado”, destacó.
La contingencia que enfrenta México por los bajos precios del petróleo y algunos pronósticos de que caerán por debajo de los 15 dólares por barril debe llevar al país a implementar una estrategia en el sector que incluya una reingeniería profunda de Pemex, la cual debe darle viabilidad y herramientas para salir de esta difícil situación, como lo sugiere el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón.
Hay que reconvertir plantas, revisar las prácticas y procesos administrativos, industriales, e inclusive sindicales, o de seguridad que merman sus recursos, y la hacen imposible seguir creciendo y desarrollarse, añadió en su mensaje semanal La Voz del CCE.
Pero la inestabilidad en los mercados financieros del mundo no cede, lo mismo que la caída de los precios del petróleo, que se ubican en los niveles más bajos en 12 años.
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