Los Ángeles y Oaxaca hermanados por el basquetbol

LOS ÁNGELES, California. 31 de diciembre de 2013 (Territorio Score).-En su voz se nota la emoción, la mirada refleja la añoranza de su tierra, la presencia de los niños triquis les vino a dar fuerza para seguir con su labor, estos “Gigantes descalzos de las montañas” fueron fuente de inspiración para los oaxaqueños que viven en los Estados Unidos, específicamente en California.

Gerardo Vásquez, presidente de la Federación de Comunidades Oaxaqueñas y Organizaciones Indígenas de California (FOCOICA), quien al ver candor de los rostros de los niños cuando estuvieron en el Staple Center, casa de Los Ángeles Lakers, se dijo ser el hombre más rico del mundo, que nada le faltaba.

Y es que la FOCOICA se encargó de toda la logística de la visita de los niños triquis, allá en California precisamente fue a través de esta organización, que sirvió como  enlace para asistir al juego de Los Lakers y de la visita a Disneylandia.

Todo esto abre la oportunidad de hermanar a las comunidades oaxaqueñas, porque más allá de la presencia de los niños de la Asociación de Basquetbol Indígena de México (ABIM), se crea en todos un sentimiento de esperanza y superación, esto provoca el querer fortalecer los lazos con esa tierra que aunque distante, la presencia de estos niños los hace sentir de nuevo en casa.

— ¡Sí!, ahora para nosotros es el momento de trabajar, ya tenemos casa –el Parque Toberman–, antes no teníamos; andábamos como los gitanos: de un lado a otro, sin poder aterrizar nada.

Hoy orgullosamente les puedo decir que los oaxaqueños tienen un sitio para realizar sus actividades, a  bajo costo en donde no los van a correr porque el lugar no tiene la capacidad para una fiesta.

En donde no se cumplía con los requisitos que solicitan las autoridades. Se perdía dinero, entonces el Parque Toberman lo arreglamos para que las comunidades radica acá pudieran hacer sus fiestas, recuperar su inversión y echar andar su proyectos en sus lugares de origen.

Hemos consolidado un buen trabajo, en donde prevalece la cooperación y organización entonces al saber que venían los niños el impacto fue grande ellos han trabajado para llegar al sitio en donde están, para las comunidades que están asentadas acá el ver a estos ‘angelitos’ fue un gran regalo para nosotros.

Es la inocencia del niño, que no está maleado, que no está comprado, como sucede en otros deportes, en donde vemos cosas que no nos agradan, en las que estamos en desacuerdo, es su trabajo y eso es un regalo que le han dado a los residentes de Los Ángeles, no sólo a los oaxaqueños sino a personas de todas partes del mundo, ellos son un gran ejemplo a seguir.

Nosotros que tuvimos que dejar nuestra tierra, hemos caído en el conformismo, cuando podemos hacer más; esta visita va cambiar la vida de los paisanos, quienes han volteado a ver a los niños, quienes de la nada triunfan y nosotros que estamos aquí que ya tenemos un “santuario” deberíamos aprovecharlo para mejor aún más.

Y cómo se sintió el ver a esos niños triquis en el Staple Center en el juego de los Lakers, que ellos hayan logrado concretar el sueño de cualquier basquetbolista y más para el oaxaqueño que vive en Los Ángeles en donde el llamado deporte ráfaga es una cuestión de identidad.

–Ellos se lo tienen bien ganado y la FOCOICA hizo su labor para recompensarlo y darle más auge, los niños abren el camino para más deportistas, que en el futuro seguramente estarán al mismo nivel o más.

Y  verlos ahí me hizo sentir como el hombre más rico del mundo, que nada me faltaba, al ver los rostros de emoción de ellos, percibí su gran vibra al estar junto a estos jugadores, es un aliciente para seguirlos apoyando, pero lo mejor es que la comunidad estuvo de fiesta con ellos.

¿Se abre la puerta para nuevas visitas?

–Este es el comienzo de más acciones en conjunto con la ABIM, nosotros como oaxaqueños, con la visión de cooperación, estamos seguros que ellos no se quedarán a este nivel, porque ellos son el ejemplo de más niños que vienen empujando, y que seguramente que vienen harán lo mismo o más, a pesar de que todo está en su contra.