¡Ay mis mixos!
Oaxaca, Oax. 6 de septiembre de 2009 (Quadratín).- Queridos Maestros: Les escribo éstas líneas con el respeto y la gratitud que siempre les guardaré. Como lo he dicho en reiteradas ocasiones, lo poco o mucho que he logrado trascender, ha sido gracias a esos valiosos conocimientos que ustedes me compartieron en la etapa temprana de mi vida y que se consolidaron al transcurrir de los años.
Por eso reconozco en el magisterio una vocación superior a la de cualquier otra profesión, ya que entre otras cosas más, implica sacrificio, paciencia, tolerancia y sobre todo deseos de compartir su sabiduría; acto el de compartir– que desafortunadamente es cada vez menos común en nuestro entorno.
Sé también, por que lo he constatado de cerca, que sin ustedes cualquier otro intento para desarrollarnos como personas, como sociedad o como nación, sería en vano. De ahí su importancia; de ahí mi aprecio hacia ustedes. Por eso hoy les quiero compartir una frustración guardada: no saben cómo me hubiera gustado tener un familiar cercano que se dedique a tan noble labor de la enseñanza, para tener así una fuente inagotable de sapiencia y de experiencias. Como muchos, entiendo el valor de la educación, incluso sé que hay quienes en el afán por conseguir una formación cualitativa de sus hijos, llegan a pagar colegiaturas superiores a los mil pesos mensuales. Por eso digo que a veces es injusto cuando les dicen que ganan mucho, por resulta evidente que hay quienes están pagando mucho más por educar a sus hijos.
Por eso me he animado a escribirles estas líneas, para decirles lo que he escuchado, lo que he percibido y lo que he notado de sus últimas acciones. Pero antes quiero manifestarles, que como otros muchos ciudadanos, sé que sus demandas son necesarias; que en las comunidades hacen falta aulas funcionales; que requieren de material didáctico; que cuenten con alumnos que asistan medianamente alimentados, y que su salario sea proporcional a la labor que desempeñan y que les permita solventar sus necesidades básicas. De tanto verlo y leerlo, identifico con claridad las fechas en que habrán de presentar su pliego de peticiones; peticiones por cierto, que eran cubiertas sin ninguna traba cuando ustedes pertenecían a un sector identificado con el PRI. Incluso hay quienes afirman que tal situación fue creada por los mismos que hoy les dan la espalda y los acusan de miles de cosas negativas. ¡Ah! qué pronto se les olvidan las cosas a esos señores del gobierno.
Para comenzar les diré que últimamente nos hemos sentido traicionados por ustedes. Les explicaré el por qué. En el año 2006, cuando fueron víctimas de la represión del estado ordenada por el entonces Secretario General de Gobierno, Jorge Franco Vargas; el pueblo presuroso salió a apoyarlos. Recuerdo como la gente más humilde llegaba con frijoles, arroz o simplemente con unas cuantas monedas, el objetivo era expresarles que compartían su lucha, que no estaban solos. ¿Lo recuerdan? Pues bien, resulta que hoy, ese mismo pueblo es el que se siente lastimado con sus acciones que le afectan, que le perjudican, pero que además con magistral perversidad son manipuladas por el gobierno de Ulises Ruiz para hacerlos ver a ustedes como los únicos malos de la película. Como si el ausentismo, la insensibilidad y la incapacidad del estado no fuera causante de todo lo anterior. Hoy sus acciones de lucha, gracias a la manipulación de la información, ya no surte los efectos de antes, por el contrario y acorde a lo que buscan los estrategas que manejan la comunicación social del estado, los exhibe como intolerantes, agresivos, faltos de solidaridad y sobre todo como unos irresponsables.
Es entendible; el ama de casa, el empleado, el taxista, el profesional independiente, el comerciante, el empresario y todo aquél que vive como la inmensa mayoríaal día y de su salario, se siente irritado al ver cómo se les afecta en sus ingresos; cuando ninguno, subrayo ninguno de ellos, tiene a su alcance la solución a sus problemas y que coincidentemente es la misma situación que ellos padecen en sus respectivas áreas. En la mano de ninguno de los que se ven afectados con los bloqueos, plantones, marchas, pintas y falta de clases está la solución a sus demandas. De ahí que cada día se sientan menos identificados con su lucha. ¿Y saben que es lo peor?, que el responsable, por no llamarlo culpable, de lo que sucede, se muere de la risa; pues ha encontrado la forma precisamente de impulsar ese rechazo hacia ustedes. Por eso mandan oficios para cancelar el transporte urbano, por eso suspenden deliberadamente el servicio de recolección de basura, por eso infiltran jóvenes para que hagan desmanes y pinten paredes, por eso les dedican las 8 columnas de los medios sometidos económicamente.
De ahí surge la sospecha de que sus acciones viene siendo impulsadas desde las mismas esferas del poder estatal, precisamente con la intención de que la sensación de desprecio al Magisterio permee cuánto antes y se esté en posibilidad de desmantelar un movimiento que ha llegado a ser considerado por la mayoría, como el motor de cambio que nuestra entidad necesita. En sus acciones han perdido de vista a los únicos responsables de los hechos y se han ido directamente en contra del pueblo. Si hay que exigir justicia, háganlo ante las instancias correspondientes y háganlo con la enjundia que los caracteriza; les aseguro que la ciudadanía los volverá a apoyar libremente. Si es relacionado con sus percepciones, háganlo ante quien resulte ser su patrón o jefe laboral, y háganlo con energía, porque si hay dinero para otras cosas, cómo no va a haber para el pago de algo prioritario como lo es la educación. Pero enfoquen sus acciones contra quien corresponda, ya no lo hagan más contra un pueblo sumido en la peor crisis de su historia reciente; ya no más contra quienes nos sentimos identificados con su lucha, porque es la lucha de muchos oaxaqueños que aspiramos a mejores condiciones de vida. Ya no contra un pueblo que necesita creer en algo o en alguien y que los había elegido a ustedes. Ya no así, por favor.
Con respeto y afecto, su ex alumno.
(*) Presidente del C.D.E. de Convergencia en el estado de Oaxaca