
Entre las apariencias y la realidad
Oaxaca, Oax. 23 de abril de 2013 (Quadratín).- Recientemente, el gobierno de Oaxaca anunció diversos ajustes a su gabinete de trabajo en tres secretarías y algunos otros organismos descentralizados como ADOSAPACO y Caminos y Aeropistas de Oaxaca.
Todos deseamos que esos ajustes en el trabajo de gobierno sean en pro de las personas que más lo necesitan, y que la visión de los nuevos funcionarios sea social, de ayuda y colaboración con la ciudadanía, y no más de cuotas y partidismos que le hacen mucho daño a nuestro estado.
Hace una semana, los cambios iniciaron cuando se anunció la sustitución de Jesús Martínez Álvarez por Alfonso Gómez Sandoval en la Secretaría General de Gobierno.
Don Jesús enfrentó grandes dificultades para hacer su trabajo, que sin lugar a dudas venían desde el mismo gobierno. Sus compañeros en la labor pública fueron los primeros que se dedicaron a ponerle el pie.
Y aunque relativamente no hubo mayores contrariedades en el manejo de la gobernabilidad, lo cierto es que esos traspiés, intrigas y trabas que se pusieron a la Secretaría, no al entonces Secretario, provocaron muchos problemas y daños a los oaxaqueños.
Eso no tiene que volver a ocurrir, porque la gobernabilidad es un asunto de todos, y porque el gobierno es sólo uno. A Gómez Sandoval nadie debe ponerle el pie, y él tampoco debe permitirlo. Por Oaxaca, eso no debe de volver a ser así.
El caso de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura, es igualmente digno de repensarse.
Salomón Jara estuvo en ese cargo bajo la sombra de una administración cuestionada y ante los señalamientos de subejercicios, desvíos y mala planeación del trabajo con el sector agrícola de la entidad.
Edgar Guzmán Corral, su relevo, debe evitar seguir ese camino, porque quienes sufren las consecuencias de todos esos posibles malos manejos, son finalmente las personas que trabajan en el campo ahí en nuestros pueblos, y que padecen los estragos del olvido oficial, de la incorrecta aplicación de los recursos, o de los engaños de que han sido históricamente objeto, para sacar provecho de ellos.
En la Secretaría de Finanzas debe también haber un sentido más social y más sensible en el trato a las comunidades. Esa dependencia existe justamente para resolver problemas, para facilitar el acceso a los recursos públicos una vez que se han cumplido con los requisitos que exige la ley, pero no para ser un cuello de botella como había sido.
Estamos seguros que con el nuevo titular, Enrique Arnaud Viñas, habrá una administración más diligente, que le permita al mismo gobierno contar con las herramientas económicas para resolver problemas, y a las comunidades un trato respetuoso, digno y eficaz como siempre lo han merecido.
Todos los oaxaqueños queremos un mejor gobierno. Esa es la razón por la que seguramente se dieron estos cambios en el gobierno, y es así como los nuevos funcionarios deben ver las responsabilidades que recién se les confirieron. El débito está con la gente, con quienes trabajan y con los que esperan respuestas. Es momento de dejar los partidismos, y redoblar el compromiso social con los cientos de miles de oaxaqueños que lo necesitan con urgencia.
* Representante legal de AFODEPO A.C.