Medición y focalización de la pobreza, avance de la política social

México, D.F. 13 de julio 2012 (Quadratín).- En los últimos 12 años, México logró avances importantes en la medición de la pobreza, lo que permitió diseñar e instrumentar políticas públicas focalizadas en favor de quienes menos tienen en las distintas regiones del país.
La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) ha impulsado la focalización sistemática de la pobreza para lograr una correcta aplicación de los programas sociales, que realmente mitiga las carencias de los grupos más vulnerables.
Antes del año 2000, en México no se medía la pobreza, por lo que no se podía realizar un diagnóstico de la población en situación de vulnerabilidad ni focalizar recursos hacia aquellos que menos tenían; sin un punto de partida, era difícil analizar la efectividad de las medidas instrumentadas a través de la política social.
En enero de 2004, el Congreso aprobó la Ley General de Desarrollo Social (LGDS) y, por primera vez en la historia, el país tiene un marco jurídico que regula las políticas públicas orientadas al cumplimiento de los derechos sociales establecidos en la Constitución.
La Ley de Desarrollo Social crea el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que entre sus atribuciones tiene medir la pobreza a niveles nacional, estatal y municipal, con una metodología científica y transparente, lo que ha permitido diseñar e implementar políticas públicas a favor de quienes menos tienen.
Gracias a estas modificaciones, a la voluntad política de los grupos parlamentarios y a la participación de académicos y sociedad civil, ahora la pobreza se mide cada dos años, los resultados se hacen públicos y esta acción representa un ejercicio de rendición de cuentas de los gobiernos federal y locales.
Hasta 2008, la medición oficial de la pobreza se basaba en los ingresos familiares, y bajo esta metodología se observa una tendencia decreciente desde el año 2000.
De acuerdo a esa medición, el CONEVAL destaca que entre 1996 y 2010 la pobreza alimentaria se redujo de 37 a 18 por ciento; la de capacidades, pasó de 46 a 26 por ciento, y la patrimonial, de 69 a 51 por ciento.
A partir de 2010, la pobreza se mide con una metodología multidimensional que incorpora, además del ingreso, indicadores como: 1) rezago educativo, 2) acceso a los servicios de salud, 3) seguridad social, 4) calidad y espacios de la vivienda, 5) acceso a los servicios básicos en la vivienda, 6) acceso a la alimentación, y 7) grado de cohesión social.
Con esta nueva metodología, México se situó a la vanguardia en la aplicación de instrumentos para la identificación de las causas de la pobreza.
De acuerdo con el Coneval, las acciones adoptadas en política social han permitido que México cuente con estrategias bien focalizadas, que han demostrado la efectividad de los programas para proteger a los más vulnerables.
Muestra de ello fue que entre 2008 y 2010, ante un episodio de crisis económica proveniente del exterior, la pobreza extrema nacional no se incrementó e incluso disminuyó 2.3 puntos porcentuales en las zonas rurales, debido principalmente a la focalización de la política social hacia las zonas rurales, donde se localiza el 64 por ciento de los beneficiarios de la Sedesol.
Otro reconocimiento del Coneval indica que gracias a las transferencias económicas de programas como “Oportunidades” y “70 y más”, entre otros, en 2010 se evitó que 1.7 millones de personas cayeran en pobreza extrema.
Además, un avance importante de esta nueva medición es que a partir de ella se conoce la evolución de la pobreza en cada estado, e incluso por municipio. Por ejemplo, hoy se sabe que el 50 por ciento de la población en pobreza se concentra en los estados de México, Veracruz, Chiapas, Puebla, Jalisco, Guanajuato y Oaxaca, y que el 53 por ciento de los pobres extremos se concentran en Chiapas, Veracruz, México, Oaxaca y Guerrero.