Seis años de impunidad: no hay #JusticiaParaSol
San Raymundo Jalpan, Oaxaca, a 15 de noviembre de 2012.-
Ciudadano Gabino Cué Monteagudo, Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Oaxaca;
Ciudadano Alfredo Rodrigo Lagunas Rivera, Presidente del Honorable Tribunal Superior de Justicia;
Ciudadano Rafael Morgan Ríos, Secretario de la Función Pública y representante personal del ciudadano Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
Compañeros y Compañeras Diputadas;
Ciudadanos Senadores de la República y Diputados federales;
Señores gobernadores;
Amigos de los medios de comunicación;
Señoras y señores:
Con fundamento en los artículos 43 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, décimo de la Ley Orgánica del Poder Legislativo y 165 del Reglamento correspondiente, hago uso de esta tribuna para dar contestación al Segundo Informe del estado que guarda la administración pública, presentado ante esta Soberanía, por el titular del Poder Ejecutivo Estatal.
Hemos escuchado con mucha responsabilidad los avances que el señor gobernador pondera en su mensaje, pero consideramos que ésta es también una ocasión propicia para preguntarnos sobre los asuntos que están pendientes. Un amplio sector de la sociedad nos exige indagar con firmeza por qué la falta de resultados en algunos rubros.
No son estos tiempos para descalificar por sistema ni para rendir pleitesía a nadie, son tiempos de honrar el espíritu genuino de la división de poderes y exigir cuentas claras del gobernante, independientemente del origen ideológico que tenga.
Todos los actores políticos nos debemos al pueblo, a esos ciudadanos que nos dan su voto y su confianza. Es a ellos a quienes se les rinde cuentas a través de sus representantes populares, cuya función nos honra hoy a nosotros.
Por ello, con responsabilidad republicana y en ejercicio de sus atribuciones constitucionales, esta soberanía hará de inmediato la glosa y un análisis minucioso del contenido del informe, de sus cifras y de su soporte técnico.
Compartimos la ruta del cambio democrático porque fue mandato popular. Nuestros pueblos dispusieron la alternancia como derrotero para acelerar la conquista de reivindicaciones largamente esperadas.
No esquivamos el reconocimiento de los avances, cuando son inobjetables. Pero no podemos ignorar el desencanto que se observa afuera de este recinto, y que se manifiesta algunas veces en las calles, barrios y en las comunidades rurales.
La política y la gobernabilidad democrática entrañan un esfuerzo común y compromisos compartidos de los Poderes del Estado y de cada Poder frente al ciudadano. En igual sentido, entraña deberes y derechos ciudadanos para garantizar los equilibrios y el desarrollo.
El trabajo coordinado y consensado entre los diversos poderes del Estado rinde frutos, la Reforma Constitucional, sin precedentes, es una prueba de ello.
En el legislativo compartimos la urgencia de ofrecer la seguridad pública y la paz social que estimule la inversión y el empleo en nuestro territorio. Pero apremia también la certeza jurídica y la justicia que demanda la comunidad urbana y rural. Armonicemos, por tanto, el quehacer de todos para que estos reclamos cristalicen.
El crecimiento económico, la competitividad y el empleo sólo se alcanzan con desarrollo integral, social y humano. El combate a la pobreza, la desigualdad y la marginación son condicionantes para crecer con paz social. Por ello, nuestros pueblos exigen, sin concesión, soluciones exhaustivas y oportunas.
En nuestro carácter de representantes de esa comunidad, valoramos la eficacia y la eficiencia de las acciones realizadas por su equipo de gobierno. Hablamos con franqueza para que se corrija el rumbo en donde es necesario.
Por el bien de Oaxaca, queremos saber a detalle qué está haciendo el gobierno para defender a los Chimalapas; queremos saber por qué la dilación en la aplicación oportuna de los recursos del FONDEN, pese a su costo social y financiero; hay comunidades que todavía están esperando las obras que se comprometieron; esta Soberanía, y en especial los oaxaqueños, requerimos explicaciones sobre la falta de liquidez, cuando se ha insistido en que tenemos el presupuesto más alto de la historia, 68,000 millones que no se ven reflejados en salud, educación e infraestructura.
Los diputados queremos que se ponga especial énfasis en el tema del campo, un sector que todos sabemos sufre un gran abandono y desatención; queremos que se cumpla cabalmente con el compromiso de transparentar el ejercicio de los recursos. La sociedad no acepta más la opacidad y desea saber el por qué de la contracción económica o los subejercicios.
En el entorno político, queremos saber por qué a estas alturas y a más de dos años del proceso electoral correspondiente, todavía tenemos asuntos poselectorales pendientes de resolver.
Reconocemos los programas y las acciones para enaltecer y fortalecer nuestra cultura milenaria, las lenguas y la identidad indígena. Sin embargo, debe usarse toda la energía institucional y asignar mayores recursos para superar la realidad adversa de muchos niños, jóvenes, mujeres, migrantes y adultos mayores, que hoy viven en la desesperanza.
Nuestra realidad requiere de mayor rigor, transparencia y seriedad de los servidores públicos para satisfacer la expectativa de la gente.
Tengo que decirle que existen funcionarios públicos que han evadido su responsabilidad y han incurrido en omisiones graves que afectan a grandes sectores de la comunidad oaxaqueña. El Secretario de Desarrollo Agropecuario Forestal, Pesca y Acuacultura, es uno de ellos.
Se reportan mejoras en la infraestructura caminera, puentes y otros sectores, pero el déficit en obra según la demanda ciudadana-, exige mayores recursos y la ejecución oportuna de proyectos.
Quienes no formamos parte de la alianza que lo llevó al gobierno, no nos regocijamos por los pendientes y las metas aún no alcanzadas. Por el contrario, como representantes populares comprometidos nos aprestamos a la búsqueda unitaria y solidaria de soluciones para la colectividad estatal en aquellos tramos insatisfechos.
Es menester exhortar a todos los actores políticos y sociales a que privilegien el interés de la ciudadanía que hoy reclama convivencia y permanencia de la paz social.
La pluralidad no ha sido obstáculo para respaldar las decisiones acertadas, pero tampoco debe ser pretexto para dejar pasar o arropar omisiones o errores.
Señor Gobernador, compañeras y compañeros Diputados, cambio y gobernabilidad democrática no son clichés ni expresiones repetidas por la clase política con pretensión protagónica. En Oaxaca son parte de una alternancia que el electorado eligió para transitar con certidumbre hacia el desarrollo compartido, con justicia y paz duradera.
El bienestar de la gente debe estar por encima de cualquier interés. Y si la política o la alternancia no es un medio para mejorar las condiciones del ciudadano, estamos errando el camino.
En ese contexto el gobernante y el legislador tienen mandatos mutuamente compartidos. En ambos casos la transparencia, la rendición de cuentas y el combate a la corrupción son principios que rigen nuestra conducta. Hacer honor y regirnos por estos preceptos da confianza al ciudadano, pero sobre todo enaltece la política y el trabajo cotidiano y obligado de todos.
Reconozco su valor al admitir que pese a los avances su gobierno no ha caminado como usted hubiera querido, esperamos que escuche la voz del pueblo una vez más.
Hagamos política para cumplir y hacer que nuestras comunidades avancen. Es el pueblo el principal interesado en que se haga honor a los compromisos, porque es el pueblo y la historia quienes juzgarán nuestros hechos.
Muchas gracias.