Seis años de impunidad: no hay #JusticiaParaSol
Señoras legisladoras:
Permítanme, en primer lugar, hacerles un reconocimiento público por el importante papel que como servidoras públicas, y en particular como representantes populares, han realizado en distintas legislaturas al servicio de Oaxaca.
Si alguien sabe de lo difícil que ha sido para las mujeres oaxaqueñas, como en el país y en el mundo entero, ir conquistando espacios de participación política son ustedes, amigas legisladoras y exlegisladoras de Oaxaca.
Por eso les agradezco mucho que me hayan permitido rendirles un más que merecido reconocimiento a su doble condición de mujeres y de servidoras públicas en altas y trascendentes tareas de Estado.
Su presencia distinguida le confiere un significado muy especial a esta reunión con que conmemoramos, por anticipado, el Día Internacional de la Mujer, cuyo objetivo es, justamente, reivindicar la lucha de las mujeres a lo largo de la historia por sus derechos a la igualdad y al desarrollo.
Este día de celebración mundial, nos permite reflexionar sobre el importante papel que han desempeñado ustedes en la construcción de esta sociedad nuestra, todavía con pasivos en la materia pero cada vez más equitativa en el disfrute de garantías y oportunidades.
Subrayo el concepto de construcción porque la equidad de género no ha sido un acto consumado sino un proceso prolongado, un proceso de conquista paulatina a partir de la exigencia y la participación activa de las mujeres oaxaqueñas, una conquista arrancada no una concesión del poder autoritario.
Una expresión concreta de este avance en ruta a la equidad plena de género es el hecho de que la actual Legislatura tenga la más alta cifra de diputadas locales que jamás haya registrado la historia oaxaqueña desde el primer congreso instalado hace más de 140 años, decisión que debemos reconocer tomó el electorado porque confía en la palabra y en la propuesta femeninas.
Las legisladoras de Oaxaca, ustedes, han sido y son parte de la construcción de una historia a favor de la igualdad política, social, económica y cultural de los oaxaqueños, y reducir la execrable discriminación de género.
Pero así como debemos celebrar los avances tenemos que reconocer que la tarea aún no está concluida. Y sobre todo, tenemos como sociedad que seguir cubriendo esos rezagos. Por ejemplo, aún no es paritaria la participación de las mujeres en la vida política y pública de los gobiernos.
Todavía hay quienes regatean los derechos a la salud, a la educación y al trabajo de las mujeres porque sigue permeando en algunos sectores el equivocado concepto de desigualdad de género.
La violencia sigue presentando un rostro femenino y esta violencia impregna lamentablemente a las propias instituciones. Todo lo anterior con un alto, muy alto, costo en la vida y bienestar de más de la mitad de quienes conforman la sociedad oaxaqueña, en especial de aquellas que viven en condición de marginación por ser al mismo tiempo mujeres, pobres e indígenas.
La tarea no está acabada, decía antes, pero es de reconocer que hemos dado pasos importantes desde el Legislativo. En los últimos dos años, por ejemplo, en la anterior Legislatura se aprobaron las Leyes Estatales de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Género y la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres.
Además se modificó el Artículo 25, Fracción III de la Constitución Política local donde se establece la garantía plena y total de la participación de la mujer en los procesos electorales y el ejercicio de su derecho de votar y ser votada en condiciones de igualdad con los varones.
Algunas de las legisladoras que alcanzaron estos logros, están hoy en esta conmemoración y otras mujeres que impulsaron esas reformas son hoy legisladoras.
Pero aún nos faltan como sociedad algunos pasos importantes que dar en la materia. Por ejemplo, es necesario ciudadanizar el Consejo Estatal para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia de Género contra las Mujeres.
Al modificar la estructura del citado consejo tenderemos menos gobierno y más ciudadanía: en consecuencia, los intereses de las mujeres estarán representados por las propias mujeres.
Las legisladoras y los legisladores tenemos la responsabilidad de modificar el Artículo 38 de la Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Género y su reglamento, en concordancia con la demanda planteada por la sociedad, porque combatir la violencia contra las mujeres es tarea de todas y de todos.
A pesar de que contamos con una ley contra la violencia de género y su reglamento, ésta resulta inoperante en tanto el Legislativo no tipifique en el Código Penal del Estado los distintos tipos de violencia contra las mujeres, incluyendo, por supuesto, la violencia feminicida, definida también en la Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de Género.
Mientras tengamos violencia de género no podremos hablar de una sociedad cabalmente democrática y civilizada.
Aún están pendientes dos modificaciones más, que refiero ahora en este día tan importante en el que reflexionamos sobre los derechos de las mujeres de Oaxaca, responsabilidad que como Legislativo está en nuestras manos asumir.
Modificar los Artículos 12 y 155 del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales de Oaxaca, para las elecciones de diputados y concejales de los Ayuntamientos, en relación con la obligación constitucional que determina garantizar la efectiva equidad de género, como ya se establece en el Artículo 25 de la Constitución Política de Oaxaca, Fracción III y que demanda la obligatoriedad de los partidos a modificar sus estatutos, si fuera necesario, pero sobre todo a que cumplan con esa disposición ya establecida.
Señoras legisladoras de Oaxaca:
Al conmemorar hoy el Día Internacional de la Mujer las invito a revisar las muchas tareas pendientes, dejando de lado, como debe ser, las diferencias ideológicas y partidistas, porque son igualmente oaxaqueñas:
Las que están en el campo arando la tierra; las que dan estabilidad y valores a nuestras familias; las maestras que se entregan a su labor de enseñar y formar a nuestras hijas e hijos; las profesionistas enfermeras, médicas, abogadas, periodistas, las artistas y las científicas, las mujeres de todas las edades y condición social, las que con su arte nos siguen dando fama en México y en el mundo; las que con su cultura forjan el futuro de Oaxaca en sus 16 lenguas distintas, además del castellano.
Todas las mujeres que viven en Oaxaca, desean y merecen una mejor sociedad, una más igualitaria, más equitativa y más justa: con la experiencia y el legado de ustedes seguiremos aprobando leyes que pavimenten ese camino.
Celebrar el día internacional de la mujer es sumar un grano de arena todos los días al proceso de reivindicación de su derecho a la igualdad, a la equidad, al desarrollo y a la justicia.
Muchas gracias.