
Desaparición Forzada
MÉXICO, DF, 22 de diciembre de 2014.- Espero que en esta temporada de fin de año, haya felicidad y paz para todos, en compañía de sus seres amados. Que también sea una oportunidad para la reflexión, a fin de retomar en el 2015 nuestros proyectos, con mayor claridad en las metas y energía renovada para alcanzarlas.
Que estos días sean ocasión para la renovación, la unión y la esperanza. Este es el espíritu profundo de la Navidad, que nos invita al cambio, a la valoración de las cosas que realmente importan y a reafirmar la convicción de que siempre podemos ser mejores como personas y como sociedad.
De acuerdo con las encuestas de opinión, la mayoría de los mexicanos llegan al final del 2014 con preocupación sobre diversos aspectos de situación nacional, desconfianza respecto a muchas de sus instituciones y tensiones sociales. Es momento de recuperar la confianza en nuestro país y en nosotros mismos, con la convicción de que México es más grande que cualquiera de los problemas temporales que nos aquejan.
Ser realistas implica reconocer las dificultades, pero también las fortalezas con que contamos y las soluciones que están a nuestro alcance.
México tiene en marcha uno de los proyectos de modernización, renovación y desarrollo más importantes en el mundo en este momento. Los problemas y desafíos que han surgido en estos meses, no deben paralizarnos o dividirnos, sino alentarnos a reforzar el compromiso para construir ese México mejor. Tienen que alentarnos a redoblar el paso en los pendientes y dar respuestas a las demandas más urgentes y relevantes en la sociedad, así como para incorporar y robustecer la agenda de prioridades.
Hacia delante, hay grandes oportunidades en el crecimiento de nuestro mercado interno y en el desarrollo pleno de áreas como la energía, el turismo o el rol de puentes logísticos y de negocios entre Norteamérica, Latinoamérica, Asia y Europa.
Hoy, México es un país en transición democrática y con equilibrio macroeconómico. El reto es consolidar la democracia, el Estado de derecho y las condiciones necesarias para que la estabilidad dé paso al crecimiento sostenido.
Reafirmemos la esperanza en un México más seguro, justo y próspero para todos, y definamos nuestros propósitos para contribuir a lograrlo, comprometiéndonos a cumplirlos.
Los empresarios creemos y trabajamos por un nuevo pacto de los mexicanos, una nueva era, en la que caminemos con una visión compartida de nación, que nos dé rumbo fijo para complementar definitivamente el paso al desarrollo incluyente y sostenible.
El nuevo pacto social de los mexicanos y los acuerdos, decisiones y acciones de fondo que se requieren en el país, son los contenidos que los ciudadanos queremos ver en la agenda legislativa, en las campañas por el voto y en los medios de comunicación.
Seamos perseverantes en la construcción de un país nuevo, desde una visión que contemple beneficios para todos, pero también responsabilidades concretas para cada mexicano.
Hagamos del 2015 un año de reconciliación para que México salga adelante. Podemos y vamos a lograrlo.
La Navidad es un tiempo para agradecer, pero sobre todo para compartir. Este país requiere de más productividad y competitividad, pero también de mayor solidaridad y subsidiariedad. Los principios y valores humanistas que en el CCE y muchos organismos empresariales compartimos con millones de mexicanos, tienen esa orientación: igualdad esencial de las personas, dignidad humana, libertad y responsabilidad, justicia, paz social, y participación ciudadana.
Les deseo una muy feliz Navidad y un 2015 de renovación y éxito en todos los aspectos.