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Félix, el biker de la política y cómo “se atraviesan las vacas al toro”
San Raymundo Jalpan, Oax., 17 de noviembre 2011 (Quadratín).- La Mesa Directiva del Primer Año Legislativo de la Sexagésima Primera Legislatura, pasará a la historia al ser la primera legislatura de alternancia y de la nueva era de transición democrática en Oaxaca, porque siempre fue un árbitro imparcial en la conducción de la vida parlamentaria de la Cámara y procuró el desahogo eficiente de todos los asuntos que le fueron turnados.
También, invocó y logró que la civilidad, el diálogo y el respeto entre los 42 miembros de la Cámara fuera la norma de nuestro proceso legislativo, aseguró la ex Presidenta de la Mesa Directiva durante el Primer Año Legislativo, Eufrosina Cruz Mendoza.
Destacó que la Sexagésima Primera Legislatura, es la primera en la cual predomina una mayoría de representantes populares emergidos de fuerzas políticas plurales distintas al partido que mantuvo la hegemonía de los poderes legislativo y ejecutivo durante más de 80 años.
Reconozco que hubo señalamientos críticos y observaciones muy estrictas de parte de algunas y algunos diputados al trabajo de la mesa, incluso, descalificaciones y burlas, pero siempre existió la voluntad de actuar por el bien, por la dignidad, por la competencia y por la celeridad del trabajo de la Cámara de Diputados. El aprendizaje ha sido pródigo y muy satisfactorios los resultados, rubricó.
Tras dejar el cargo, el pasado 14 de noviembre, Cruz Mendoza, dijo que más allá de la estadística, el trabajo parlamentario de la mesa siempre concedió una gran importancia al acuerdo entre las fracciones parlamentarias, sobre todo en temas que tienen que ver con la gobernabilidad democrática del estado, la justicia y la seguridad, y el bienestar social y humano de las familias que menos tienen.
Así, culminado su cargo, ponderó que con la gran solidaridad de los ex miembros de la mesa, el primer año de ejercicio legal que estuvo marcado por la pluralidad de sus integrantes y por la gran expectativa ciudadana en torno a la capacidad y autonomía del poder legislativo ante un gobierno de alternancia.
En un ejercicio de autocritica, Cruz Mendoza, evocó al Coloso de San Pablo Guelatao, Benito Juárez García: Cuánta razón tenía el Benemérito cuando nos ilustraba: Los hombres no son nada, los principios lo son todo. Y reforzaba: La libertad es el derecho a hacer lo que las leyes permiten, anotó.
Y agregó: no aquello que los hombres quieren por encima de la ley.
Cruz Mendoza se dijo honrada y orgullosa de haber sido la primera mujer indígena en ostentar la representación de esta soberanía a través de la Presidencia de la Mesa Directiva de esta LXI Legislatura.
Culminado su encargo, al frente de la Mesa Directiva, afirmó que puso el corazón y el espíritu en cada acto y en cada palabra para darle un nuevo rostro de dignidad al Congreso.
Al final, confió en que así sea en los dos años de trabajo parlamentario que le restan a la Sexagésima Primera Legislatura, por el bien de la democracia, de la libertad y de los oaxaqueños que los eligieron.