Prosperidad Empresarial Compartida
Racismo y elecciones en Estados Unidos
America will never be destroyed from the outside.
If we falter and lose our freedoms,
it will be because we destroyed ourselves.
(Abraham Lincoln)
OAXACA, Oax. 23 de junio de 2015.- 16 de junio de 2015, el empresario estadounidense Donald Trump, anunciaba sus aspiraciones para ocupar la candidatura por el Partido Republicano a la presidencia de los Estados Unidos, con un discurso que no puede ser calificado de otra manera más que racista.
Lanzó críticas a los inmigrantes mexicanos y propuso en su discurso de 45 minutos, levantar un “gran muro” y que “México lo pague”, porque nuestro país le manda a los Estados Unidos –según él– “drogas, crimen y a los violadores”.
El polémico promotor de Miss Universo y diversos realities shows, fue duramente criticado a nivel mundial.
El 17 de junio en Charleston, Carolina del Sur, Dylann Storm Roof, llegó a la Iglesia Emanuel AME alrededor de las 21 horas y comenzó a disparar.
De los hechos, nueve personas murieron. La iglesia cuenta con una de las congregaciones afroamericanas más numerosas y antiguas de la región.
Los hechos fueron condenados por diversos medios y actores políticos del mundo y abre el debate en el vecino país del norte sobre el control de armas y principalmente se da cuando en Estados Unidos la carrera por la candidatura y presidencia del país está en el pulso ciudadano.
El presidente Barack Obama, pidió analizar el control de uso de armas en el país, incitando con ello la ira de todos los amantes del gatillo rápido.
Hillary Clinton, la demócrata que busca regresar a la Casa Blanca, declaró en la 83 reunión anual de la conferencia de alcaldes de los Estados Unidos, que “no se puede esconder la cruda verdad del racismo”.
Y así sistemáticamente ha utilizado sus redes para intercambiar entre sus mensajes de giras de promoción, declaraciones sobre el racismo y eliminar símbolos del mismo como la bandera de la Confederación.
Jeb Bush (el que se ubica en las encuestas como el futuro candidato de los republicanos), se limitó a decir que junto a su esposa Columba, se sentían consternados por la pérdida de vidas y sus oraciones iban con una comunidad que había perdido a un valiente líder y pastor.
El 22 de junio, la gobernadora de Carolina del Sur, la republicana Nikki Haley pidió remover la bandera de los Confederados de cualquier símbolo que represente al Estado.
Su llamado, tuvo repercusiones en Mississipi, donde un portavoz de la Cámara de Representantes ha sugerido retirar el emblema de los Confederados de la bandera de dicho estado.
Al respecto de este debate, los aspirantes más fuertes a representar a sus partidos Hillary Clinton y Jeb Bush, parecen estar unidos respecto a eliminar cualquier simbolismo del racismo y del pasado obscuro de los Estados Unidos, sin embargo, el presidente Barack Obama, puso el dedo en la yaga, al señalar que el racismo sigue siendo “parte del ADN” del vecino país.
Dijo, “no nos hemos curado. Y no es una cuestión de que ya no sea educado decir nigger en público. Esa no es la medida de si todavía existe el racismo o no”.
Lo cierto es que a días de la matanza en Charleston, el racismo se vuelve un tema que determinará el curso de las campañas en la búsqueda de ocupar la vacante en la Casa Blanca.
Pues el racismo se había convertido en un tema donde la clase gobernante, actuaba en el marco de lo “políticamente correcto”, sin embargo, los ataques a la comunidad afroamericana y latina han marcado la pauta de lo que estos grupos demandan de sus gobernantes: justicia.
Hoy el racismo no se esconde en el discurso, pues la realidad muestra lo que sucede en las relaciones entre los estadounidenses.
Obama dejará la silla presidencial sin haber logrado un acuerdo en el tema migratorio en el Congreso.
Serán las comunidades latinas y afroamericanas quienes determinen al nuevo habitante de la Casa Blanca, por lo tanto el debate sin duda, se centrará en el racismo y la justicia.
Será una campaña incómoda, alejada de los contrastes a los que usualmente nos tienen acostumbrados en el país de las hamburguesas y hot dogs. Será extenuante para los asesores de comunicación política, y buscarán centrarse en la integración de una sociedad que cada día pareciera dividirse más por el odio.
Estados Unidos vive una coyuntura donde el tejido social se encuentra en el nivel inferior de adhesión, está a un paso de una nueva guerra entre la Unión y los Confederados, donde más que nunca les hace falta la ideología de Abraham Lincoln.
@argelrios