Quiénes somos | Cipriano Miraflores
MÉXICO, DF. 20 de mayo de 2014 (El Universal).-Parece zona de guerra. Grietas por todos lados. Casas derruidas, algunas. Otras, superficialmente firmes. Terrenos baldíos donde la hiedra crece. Ya ninguno de los más de 850 habitantes de Santiago Mitlatongo habita esta agencia.
Sólo bajan al que fue su pueblo en recorridos breves para recordar la bonanza que se llevó el deslizamiento de tierra ocurrido el 4 de septiembre de 2011.
“Parecía el fin del mundo”, cuenta Jesús Santiago Benítez, representante de bienes comunales, a quien se le quiebra la voz cuando recuerda el momento en que tuvieron que dejarlo todo para salvarse.
Santiago Mitlatongo, agencia de Asunción Nochixtlán, es una de las dos comunidades en la Mixteca oaxaqueña al que una falla geológica dejó sin hogar. La escuela, la iglesia, las casas, solo son escombros.
Una tarde, grandes rocas cayeron desde lo alto. Fue el anuncio de la tragedia. Lo que había en tierra firme se sumió. Han pasado casi tres años y la reubicación ofrecida por el gobierno de Oaxaca no tiene fecha de terminación.
Promesa incumplida
Claudio Lauro Pérez Bautista, agente municipal de Santiago Mitlatongo, asegura que en este mes de mayo, el compromiso de la Secretaría de las Infraestructuras (Sinfra) era entregar 150 viviendas concluidas en el terreno, donde será reubicado el pueblo.
La realidad es otra. De las 150 viviendas ofrecidas hay en pie sólo 11, en obra negra y todas con problemas en sus muros, piso y techo. El total del proyecto considera la construcción de 302 viviendas, una meta que parece muy distante.
Las 11 casas construidas “tienen grietas, se filtran las paredes, se inundan, ya les dijimos que vengan a ver, porque una cosa es lo que dicen allá y otra muy diferente lo que se vive aquí”, comenta Lauro.
Lo acompañan Manuel Bautista, agente suplente; Jacobo Santiago Hernández, alcalde constitucional y Jesús Santiago Benitez, representante de bienes comunales.
Recuerdan que en febrero de 2014, el secretario de las Infraestructuras, Netzahualcóyotl Salvatierra visitó la obra. “Nos dijo que habría avance, pero las cosas van muy lentas”, comentan.
Hubo tres o cuatro meses que la obra paró por completo, explica Pérez Bautista.
Por su parte, José Juárez, de la empresa Curuy, asegura que han iniciado labores y que trabajan jornadas largas “llueve o truene”, pero reconoce que hacen falta trabajadores y material para continuar.
“Son siete constructoras las que tienen asignada la obra, ahora sólo trabajan dos, porque al resto del personal no les han depositado el anticipo”, menciona.
Las empresas Curuy y Holder ya reiniciaron sus trabajos. José Juárez estima que si no retrasan los recursos, la empresa Curuy, construirán unas 20 casas por mes.
Las viviendas constan de dos recámaras, un baño, una cocineta, sala comedor, en un espacio construido de 9.60 por ocho metros. Nada que ver con las viviendas que los pobladores tenían, pero mucho mejor que las casas de lámina o madera en las que viven hoy.
Recursos a cuentagotas
De los espacios que tienen previsto concluir, están casi terminados lo que será la clínica y las escuelas, a cargo del Instituto Oaxaqueño Constructor De Infraestructura Física Educativa (Iocifed).
Juan López Trinidad, supervisor de Obras de la dependencia, informó que el 10 de abril iniciaron la construcción del Jardín de Niños Itandehui, la primaria Amado Nervo y el 14 de abril, harán el trazo de la secundaria.
“Nosotros cumplimos”, argumenta mientras un grupo de obreros termina el “colado” de lo que será la primaria. López Trinidad explica que el proceso de construcción es tardado porque es un cerro y “primero hay que hacer las plataformas, después los muros de contención, se tiene que estabilizar el terreno y desplantar los edificios”.
De Iocifed, el agente municipal de Santiago Mitlatongo dice que son “los que le están echando ganas”, pero en el tema de la vivienda existen muchos retrasos.
Desde 2013 a la fecha, sólo se han construido 11 viviendas que son inhabitables. “Lo primero son las casas, estará pendiente la red eléctrica, la pavimentación, el drenaje, no sabemos cuándo se terminará”.
Nosotros le pedimos al gobernador Gabino Cué que agilice el proceso de reconstrucción, al gobierno federal que nos atienda también.
Pérez Bautista asegura que desde 2011 el gobierno federal autorizó recursos para la reubicación y construcción de viviendas. Sin embargo, hasta ahora los recursos han sido dados a cuentagotas.
Se sabe, dice, que se invertirán unos 200 millones de pesos para Santiago Mitlatongo y Santa Cruz, agencia de Magdalena Jaltepec, que también sufrió el hundimiento de sus viviendas. “La gente del gobierno nos dice que nos están atendiendo, que tengamos paciencia, pero lo que queremos saber es qué pasó con el recurso, porqué tardan tanto la obra”, argumenta.
Pantallas en lugar de viviendas
Fortino Benitez Alavés tiene más de 70 años. Recostado por su estado de salud en merma, agradece a Dios que les dio tiempo de salir. Ese 4 de septiembre de 2011 le cambió la vida. Tenía un patio amplio y una casa construida con materiales firmes. Ahora, en un espacio de aproximadamente dos metros, una casucha de lámina le sirve de refugio. Ahí tiene la cocina, la recámara, el comedor, sin división alguna. Están amontonadas las pocas cosas que rescató de su casa anterior.
“Queremos que nos visite el gobernador, que venga, que vea con sus propios ojos que las casas están llenas de agua, que vea cómo sufre nuestra gente, en casas de lámina, en el frío”, comenta.
En abril, Gabino Cué realizó una audiencia pública en la región Mixteca. “Ahí nos dijo que tenía mucho interés en venir a Mitlatongo, pero hasta ahora no nos han dado fecha”, apunta el agente.
Después de la audiencia, a Mitlatongo llegó una gran televisión, pero en el albergue no hay luz.
Aumenta la zozobra
Los últimos temblores han aumentado la zozobra en los pobladores de Santiago Mitlatongo. También el hecho de que en lo que fue el centro de Mitlatongo, haya dos lagos que recién se formaron y un río que no saben de dónde viene y hacia dónde va. “¿Para qué quieren estudios?, si ya los van a reubicar”, es la respuesta de algunos funcionarios cuando la autoridad les pide una explicación del fenómeno.
Saben que el deslizamiento continúa porque la ubicación de las casas ha avanzado más de 20 metros, en algunos casos.
(Texto publicado en El Universal)