Economía en sentido contrario: Banamex
Oaxaca, Oax. 31 de agosto de 2009 (Quadratín).- Al menos dos lecturas se han dado al hecho de que Ulises Ruiz decidiera conformar su bloque de diputados federales. Que el rompimiento de URO con Peña Nieto es inminente, la primera; y la segunda, que fue solamente una cordial demostración de músculo político frente al aliado grupo Atlacomulco. Al menos cuarenta futuros huéspedes del palacio legislativo de San Lázaro fueron a su casa en el DF a recibir línea.
Aunque el mismo gobernador se empeñe en matizar, es innegable que quienes asistieron, lo hicieron para respaldar tácitamente su proyecto político. Un bloque equivalente a la sexta parte de la bancada priísta no es poca cosa y es por ello que Ulises ya es factor de decisión en la política nacional.
Su boom mediático se dio con el conflicto de 2006. Desde ahí se convirtió en uno de los favoritos de la prensa nacional, incluidos medios electrónicos. En un afán de perjudicarle le convirtieron en una de las figuras más populares entre los militantes del PRI de todo el país y hoy, en el PRI está su proyecto.
En aquella comida Cesar Augusto Santiago, su mentor en los años mozos le devolvió el favor de la diputación. Entre los 40 legisladores asistentes iba también la cuota del chiapaneco que como vaca sagrada del PRI aglutina simpatías en torno a sus canas y su innegable experiencia. César Augusto sabía desde un principio que las posibilidades de su unción como coordinador de la bancada estaban de inicio canceladas, pero había que apuntalar al alumno que hoy lo hizo diputado, y ha nacido para tal efecto, una sub bancada que innegablemente contiene a lo más beligerante del priísmo nacional incluidos los mismos que, años atrás, hicieron caer a Elba Esther Gordillo. Les llaman el Bronx oaxaqueño y parece no importarles. Los medios nacionales y los legisladores de café, siempre tan propios, se escandalizan con el estilo personal de legislar de quienes representan distritos enclavados en estados donde, como en Oaxaca, la política se vive con normalidad pasional. Héctor Pablo Ramírez, Jorge Franco y Sofía Castro son extraordinarios referentes y garantía de que el bloque Oaxaca tendrá peso específico. Transigir con la energía de los argumentos es, desde ya, su principal encomienda. La defensa de las asignaciones presupuestales para nuestro estado, para nuestra gente, habrá de ser su prioridad y si en el trayecto abren la brecha para que un oaxaqueño, por primera vez en la historia, ocupe la dirigencia nacional de un partido político, será algo de los que en el futuro nos puedan presumir. Los detractores sistemáticos del gobernador Oaxaqueño, que están en todo su derecho, comentan con más hígado que cabeza la imposibilidad de su arribo al CEN del PRI. Pero la fuerza incontestable de los hechos abre una posibilidad considerable: la defensa exitosa que, junto con Bulmaro Rito como presidente del Congreso del estado, hizo de los poderes públicos durante el conflicto artificial de 2006; los triunfos aplastantes en los dos recientes procesos electorales local y federal; la visita a Oaxaca de Carlos Salinas que, desde luego, no vino solamente a cenar; y la amplia respuesta que tuvo la convocatoria a la conformación de su bloque diputadil. Le falta solo un desafío, el más importante sin duda: mantener para el PRI el gobierno de Oaxaca en 2010. Si lo logra, Ulises caerá parado una vez más. De ahí la importancia de su decisión final. En estricto orden alfabético José Antonio Estefan Garfias, Jorge Franco Vargas, José Antonio Hernández Fraguas, Eviel Pérez Magaña y Adolfo Toledo Infanzón, deben estar ya consientes de que no le pueden fallar a Oaxaca ni a quien les brindó plataforma de despegue. Reiteramos lo dicho en incontables ocasiones: el mayor adversario del PRI puede llegar a ser el propio PRI, mayor incluso que la pretendida coalición. Pero si alguna cuestión extraordinaria no sucede, tendremos desde 2011 a Ulises Ruiz, a quien le sobran credenciales de ingeniero electoral, dibujando la campaña de quien hoy ya es reconocido por muchos como el próximo presidente de México: Enrique Peña Nieto. Y no es un deseo