Diferencias entre un estúpido y un idiota
Oaxaca, Oax. 2 de agosto de 2009 (Quadratín).- Lo advertimos al cierre de nuestra entrega pasada: Oaxaca es una tierra donde las cosas más inverosímiles suceden. La proximidad del día cero comienza a familiarizarnos con mañanas dignas de un 28 de diciembre.
En la brevedad de sus caligrafía, el poder sigue siendo en nuestro entorno, más objeto de conquista que fenómeno de análisis para su mejor ejercicio. César Nava, único aspirante a la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional vino a Oaxaca a pedir el apoyo de los panistas de acá con el ofrecimiento como propuesta de campaña- de una alianza electoral a López Obrador que también llegó a nuestro aeropuerto.
Por el momento dejaron a Nava con la mano extendida. Obrador fue claro y contundente: PRI y PAN son la misma mafia
no podemos aliarnos con partidos de la oligarquía exclamó ante el desconcierto de Gabino Cué, principal interesado en la posibilidad aliancista.
En medio de sus desequilibrios AMLO mostró algo de congruencia y ratificó, al menos en su dicho, que el agua y el aceite no se mezclan. No sabemos si fue error de cálculo, si probablemente el candidato vitalicio de las alianzas en Oaxaca no tocó previamente el tema con el tabasqueño o si sus súplicas no fueron atendidas.
Lo cierto es que rumbo a la alianza se dejó pasar una oportunidad de oro para dar, al menos, un golpe mediático. Dos declaraciones unívocas por parte de Nava y Obrador, huéspedes en el mismo estado hubiesen sido nota irresistible.
Pero Andrés Manuel no quiso. Debíamos decir
no por ahora. PRD y PAN tratan de recomponerse, de reagruparse, de ganar nueva confianza y fabricarse una nueva moral. El PRD sigue en la sinrazón. En su reunión de Michoacán siguen discutiendo la expulsión de López Obrador y ahora Jesús Ortega pone su renuncia sobre la mesa, sabedor eso sí- de que cuenta con la mayoría en el Consejo perredista y no van a dejar que se vaya.
Fernando Belauzarán ha puesto todo claro: López Obrador debe estar expulsado y si quiere regresar que presente su solicitud de reafiliación como un militante más. Pero en la dirigencia se pretenden cubrir las formas y ahí el miedo a Obrador se hizo más grande desde el 5 de julio. El miedo nunca es buen consejero pero
al tiempo.
Y por si poco fuera, en la elección de su próximo coordinador parlamentario Andrés Manuel también es tema. Otra vez Alejandro Encinas y otra vez Guadalupe Acosta. El destino inmediato del PRD seguirá siendo el de una irreconciliable disputa. Tal vez los militantes desean hoy que la elección interna la hubiese ganado claramente encinas.
El PAN sigue en lo mismo, en un impasse con Nava compitiendo contra sí mismo, negando lo innegable, tratando sin éxito de desarrollar un liderazgo auténtico; el suyo es más bien artificial, su liderazgo le viene de la Presidencia de la República. Suponiendo sin conceder que no sea imposición del presidente de la república, Calderón es su cercano amigo
eso basta y sobra.
Y sus declaraciones en Oaxaca son desafortunadas. Si un partido se había destacado en nuestro sistema político por la congruencia de sus acciones, ese era el PAN, el de Daniel Cosío Villegas, el de Castillo Peraza. Hoy el PAN no tiene prohombres y el pragmatismo los ha alcanzado en mala hora.
Mire usted amable lector- que venir a ponerse a las órdenes del enemigo público número uno del PAN y de su presidente de la República, no puede tener muchas lecturas. La urgencia por reposicionarse tratando de cobrarle al PRI el costo de sus propios errores es algo que nunca se hubiese pensado. Los panistas están iracundos, al grado de aceptar pactar con quien sea a condición del oxígeno de nuevos triunfos electorales, aunque estos no estén del todo garantizados.
No cabe duda, nuestros políticos siguen midiendo nuestro tiempo en la inmediatez de los procesos electorales. La ortodoxia política mandaría que a este tiempo, los partidos en Oaxaca estuvieran inmersos en un proceso, aunque temprano, de definición de sus probables candidatos. Muchos cargos estarán en disputa el primer domingo de julio de 2010.
La nueva realidad política hace que la prioridad sea la alianza fundamentada en una exclusiva finalidad: sacar al PRI del gobierno. Después ¿Qué sigue? ¿Quién va a acompañar al gobernador opositor en el gobierno? O ¿viviríamos en medio de la rebatinga por los cargos en el gabinete entre panistas, perredistas y convergentes? Jesús Martínez Álvarez y Humberto López Lena podrán ser cualquier cosa, menos ilusos, veremos si el tiempo, una vez más les da la razón. En algo se parecen a Ulises: siempre caen parados.