Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
A Mar Grecia Oliva Guerrero, primera campeona nacional del certamen de oratoria de El Universal
Mujeres que hablan
OAXACA, Oax. 10 de marzo de 2015.-El empoderamiento femenino, como hemos leído en las últimas horas, respecto de la conmemoración internacional, es todavía una utopía. Podemos referir algunos ejemplos que siguen lastimándonos a todas: mujeres que son marcadas con ácido en el rostro en medio oriente por situaciones llenas de odio hacia el género, a las que padecen violencia obstétrica, los cientos de feminicidios tan cotidianos en las páginas noticiosas, a las que en una misma profesión ganan menos que los varones, los pocos espacios en la toma real de decisiones en la esfera pública y privada, hasta a quienes la historia sigue aún sin reconocer.
Hace unos días, la Fundación Ealy Ortiz realizó la conmemoración del Día Nacional de la Oratoria. Un evento significativo al que acudió el presidente del Senado, Miguel Barbosa; el titular de la Secretaría de Educación Pública, Emilio Chuayffet; el director General del Diario El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz; así como Enrique Bustamante Martínez, coordinador del certamen nacional de oratoria y debate público del Universal; entre todos ellos figuraba una sola mujer en el presídium, la única que tuvo la palabra, Mar Grecia Oliva Guerrero.
Mientras la escuchaba, pensaba en lo fuerte que se veía, lo que representaba para las mujeres que con admiración la observábamos. Una joven preparada y llena de talento, la primera en ganar el concurso de oratoria más importante del país.
En esos instantes también pude replantear el enorme reto que tienen las mujeres que hablan, que escriben, que caminan, que representan a otras mujeres y que defienden causas en nuestro país. Una nación en la que actualmente no existe una sola gobernadora, en donde sólo tres de dieciocho secretarías de Estado corresponden a mujeres y resulta impensable vislumbrar una dirigente de algún partido político.
En otros escenarios sucede exactamente lo mismo. Lo vimos recientemente en el cine, mujeres que alzaron la voz por la igualdad con Reese Witherspoon. El feminismo como visión del mundo, como forma de vida que habla todos los días, con mujeres que se atreven, en palabras de Marcela Lagarde, a seguir inventándonos, a veces resistiendo, a veces subversivas, a veces siendo rebeldes, transgresoras, propositivas y alternativas.
Las propuestas para mejorar la condición de vida de las mujeres en México están en la mesa. Grupos de feministas han entregado documentos al Congreso federal y también a los Congresos locales, que en su contenido plantean la interrupción legal del embarazo, la igualdad política de las mujeres desde el ámbito municipal al incluir ahí la representación una a uno en las listas de cabildo, políticas públicas que permiten continuar sus estudios a jóvenes embarazadas y una serie de posibles soluciones que de manera frecuente no son precisamente llevados a tribuna por mujeres y en otros más, defendidos ni apoyados por las legisladoras.
Caso contrario y digno de mencionar después de un amplio debate, Ángela Merkel recientemente en Alemania nos da una gran lección al lograr con una amplia mayoría en el parlamento, una cuota mínima del 30 por ciento de mujeres en los consejos de vigilancia de las grandes empresas. Un importante logro impulsado desde el liderazgo de la canciller.
En ese contexto, las mujeres que entendemos lo necesaria de nuestra participación política y de inclusión, o quizá irrupción en el ámbito público tenemos la no tan fácil tarea de practicar la sororidad. Aprender a reconocernos entre nosotras mismas, a ofendernos todas cuando ofendan a una.
Se avecinan tiempos electorales donde el desprestigio hacia las candidatas, la descalificación no por el ejercicio político sino por un juego perverso de intromisión, nada justificable, en la vida personal se acentúa y provoca que muchas sientan temor de participar en las contiendas, por lo que es momento de hablar, de decir que las mujeres estamos listas para ser las protagonistas de los gobiernos que queremos.
No quiero finalizar este texto sin antes recomendar, a quienes visiten o se encuentren en el Distrito Federal, la exposición de Aurora Reyes en el Palacio de Bellas Artes; primera muralista mexicana a quien la historia tardó en reconocer.
*Síndica Procuradora de Santa Cruz Xoxocotlán. Delegada Nacional de la Red de Jóvenes por México.