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JUCHITÁN, Oax. 9 de septiembre de 2015.- La comunidad intelectual está de luto. Este miércoles murió el poeta, traductor, investigador, lingüista, historiador y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), el juchiteco Víctor de la Cruz.
El doctor Víctor de la Cruz ocupó una silla dentro de la Academia, el segundo oaxaqueño que lo logró después de Andrés Henestrosa.
Víctor de la Cruz realizó la licenciatura en Derecho y el doctorado en Estudios Mesoamericanos, ambos en la UNAM.
Fue profesor de Filosofía, Historia y Redacción en el Instituto Tecnológico del Istmo, de 1974 a 1979, y profesor en el programa de formación profesional de etnolingüistas del Centro de Investigaciones Superiores, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre 1979 y 1980.
También, fue asesor del Centro de Investigación y Desarrollo “Binnizá”, A. C. (zapoteco del Istmo), y lo es ahora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), en Oaxaca.
Algunos de los títulos de sus libros, tanto científicos como de poesía, han sido traducidos al inglés, francés, italiano y alemán. De su narrativa destacan “Primera voz” (1968), “El problema de la validez del derecho” (1973), “Diidxa’ sti’ Pancho Nácar” (1973-1982), y “Los niños juegan a la ronda” (1974).
Otros títulos que ha publicado son “Cuatro elegías” (1979), “Dos que tres poemas” (1979), “Canciones zapotecas de Tehuantepec” (1980-1983), “Corridos del Istmo” (1980-1983), “Las guerras entre aztecas y zapotecas” (1981) y “La rebelión de Che Gorio Melendre” (1983).
Es autor igualmente de “La flor de la palabra”, antología bilingüe de la literatura zapoteca (1999), “Aspectos históricos de la educación en Oaxaca”, “La educación en las épocas prehispánicas y colonial en Oaxaca” (1989), “Jardín de cactus” (1991) y “Antología literaria de Oaxaca” (1993), entre otros libros más.
Víctor de la Cruz recibió premios y distinciones entre los que se cuentan el Nacional de Ensayo para el Magisterio, el Casa Chata, un reconocimiento al Mérito en Investigación Científica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Premio Francisco Javier Clavijero.