Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
OAXACA, Oax. 01 de marzo de 2015.- Al considerar que los niños pueden ser el motor para la reconciliación y paz social, el arzobispo de Antequera, José Luis Chávez Botello planteó velar por la protección de la infancia y promover acciones que contribuyan a su desarrollo y felicidad.
Los niños hoy son amenazados por todos lados, aún por quienes esperarían protección y amor. Son miles los abortados una vez concebidos, la desintegración y violencia intrafamiliar les marca gravemente y están en riesgo permanente de caer en las drogas o ser violados, robados y enrolados en la prostitución infantil, dijo.
En su conferencia de prensa dominical convocó a redoblar esfuerzos para revertir ésta situación y cultivar valores y virtudes desde la familia, que consideró, es la mejor escuela de humanización, reconciliación y paz.
El ver a los niños es observarlos con una mirada más humana y real, de acuerdo a lo que es: un ser humano. El niño no es un pedacito de persona sino un ser que nos pide ayudarlo a crecer sano, señaló.
Indicó que la sociedad está enferma, y todo lo que afecte y dañe a la infancia contribuye a destruir su futuro, por ello pidió a los padres de familia darles más atención y procurar convertirlos en mejores personas. «Los niños no son una amenaza», recalcó.
Asimismo, pidió a quienes están próximos a contraer matrimonio analizar el futuro de sus hijos, ya que actualmente hay muchos en que no piensan en tenerlos cuando una de las finalidades la unión católica es transmitir vida.
Tenemos que revisar programas de educación, es triste ver que los niños crecen en el medio de la violencia, en la escuela con el bulliyng, la violencia en las calles, en medio de drogadicción, agregó.
Alertó que quienes viven en medio de está situación podrían ser los futuros delincuentes.
Insistió que desde todos los niveles de la sociedad se debe volver la mirada y atender los problemas de la infancia para en el futuro contar con mejores ciudadanos.
Este domingo, el arzobispo de Oaxaca ofició en la Catedral Metropolitana una misa por los niños víctimas de la violencia.