Seis años de impunidad: no hay #JusticiaParaSol
OAXACA, Oax. 2 de febrero de 2015.- El director del Instituto Intercultural Calmécac, Nathanael Lorenzo Hernández, emitió un posicionamiento en relación a la separación del cargo de director de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca, Javier García Vigil.
A continuación lo reproducimos:
A la opinión pública
No es García Vigil… es el sistema
Recordando la frase de la filósofa judía Hannah Aredt, ” ¿a dónde estaban los líderes judíos que tenían que proteger a su pueblo?”, cuestiono ampliamente lo siguiente: a dónde están los oaxaqueños ‘brillantes’ que elaboraron la carta solicitando firmas para la renuncia de Javier García Vigil. A dónde están los ‘aclamados’ músicos oaxaqueños que ocupan puestos principales en orquestas sinfónicas del país. A dónde están nuestras autoridades culturales, a dónde están esos músicos a los que sin título universitario, sin talento, sin metas y sin propuestas, un día García Vigil los hizo sentirse músicos en el escenario. No están, se ausentaron, no asoman la cara, no se aparecen, son músicos oaxaqueños ‘brillantes’ que sólo asoman la cara cuando los invitan a dar un curso, cuando vienen de extras, cuando vienen de invitados, cuando vienen de vacaciones. No están. “Oaxaca está muy feíto” y no es digno de sus talentos. No los vemos.
No vemos a Faustino Díaz trabajando en las colonias aledañas de la ciudad o de su pueblo; no vemos a Omar Guevara trabajando en las colonias de la ciudad o en las comunidades; nunca hemos visto a la flautista Norma Martínez, de la OSO dando recitales, conciertos o cursos de flauta en alguna comunidad. Nunca hemos visto a Sergio y Gilberto Martínez proponiendo, analizando y trabajando. Nunca como oaxaqueños hemos visto a la inútil sección de violines segundos de la OSO haciendo algo.
No es García Vigil…es el sistema. Lo sostengo categóricamente, lo sostengo en todo el sentido de la palabra. Lo sostengo categóricamente basándome en lo que la politóloga y analista internacional Denisse Dresser llama “el sistema de cuates”. Sí, ni más ni menos, el sistema de cuates que permite que en la Sinfónica, la Banda de Música del Estado o la Banda de Música la Policía estén el papá, el hijo, el sobrino, el ahijado y el amigo. Si el mal del sistema musical oaxaqueño es García Vigil, también lo es Eliseo Martínez, y también lo es Francisco Martínez Neri, y también lo es César Delgado; y también son la Banda de la Policía, las bandas y orquestas “exprés”, y también lo son los gastos inútiles en eventos de cientos de músicos en escena. Si asumimos esto como una realidad, así sí, ¡a la hoguera García Vigil!
En Yautepec a las cosas les llamamos por su nombre, y esto en todo el sentido de la palabra “ES EL SISTEMA”. Para muestra pondré a su disposición la siguiente anécdota. En mi estancia en la OSO la gerente Judith Rosas y el maestro García Vigil elaboraron un proyecto que se titulaba “La OSO en tu mercado”, fue una experiencia increíble de éxito para mí en ese entonces tocar en un mercado, mas no para la maestra Lili Urbieta y el maestro Óscar Martínez, hermano de Eliseo Martínez, ya que después de tocar en el mercado 20 de noviembre decían lo siguiente: “hasta dónde hemos caído, qué bajo hemos caído”. Ése fue uno de tantos motivos para que yo renunciara a la OSO. Nunca entendí tanta ignorancia. Son mercados, estamos en Oaxaca, también la gente del mercado tiene el derecho de escuchar, conocer y disfrutar de una orquesta sinfónica. Bien, pues esos son el tipo de músicos que tenemos en la OSO.
Ese orgullo Oaxaqueño de andar repitiendo, “levantas una piedra y hay un músico”, “en Oaxaca sobra el talento musical”, “tenemos los músicos más chingones del país y del mundo”. Le sugiero y le pido a la sociedad oaxaqueña que por dignidad lo dejen de decir. ¡No es cierto! Es una fantasía que nos hemos creado para satisfacer nuestro complejo de inferioridad musical. ¿Quieren muestras de lo que digo? Bueno, aquí están:
No tenemos conservatorio, no tenemos escuela superior de música, el alcoholismo infantil y juvenil en las bandas municipales son preocupantes, no hay empleos dignos para los músicos oaxaqueños, el número de bandas filarmónicas municipales al servicio de las comunidades está descendiendo, el número de bandas comerciales está ascendiendo, las escuelas como BELLAS ARTES, el CIMO, el CECAM y el CIS ya no cumplen las expectativas de este mundo globalizado. Nuestro sistema musical completo esta infestado.
Tenemos músicos excelentes con un servicio ciudadano de primer mundo. Claro que los tenemos, ahí está el maestro Félix Méndez, ahí está la maestra Leticia Gallardo en Tlahuitoltepec, ahí está la maestra Emma Bautista Cano en Zoogocho, ahí está el maestro Tomás Vargas Gris en Alotepec y también ahí está Gilberto Baltazar escribiendo sones para 100 años más de calenda. Ahí están los maestros Luis Humberto Zárate y Rodolfo en la Sinfónica; ahí está Yadira Guevara que se sube a un camión y viaja de pie para colaborar con los niños y jóvenes de San Juan del Río.
En Oaxaca tenemos muchos músicos, sólo que les hace falta modales, les hace falta leer, les hace falta ver más allá de su atril, les hace falta humildad y sencillez para darse cuenta que su nivel no es de los mejores del mundo.
En García Vigil, las carencias del Oaxaca Musical se vieron reflejadas, se convirtió en el espejo y no les gustó como se miraban, no les gustó a los “grilleros” observar sus incapacidades musicales, no les gustó a los grilleros tolerar que un “extraño” venga a dirigir una “Gran Institución Musical”, pues para eso están los “oaxaqueños brillantes” que no se aparecen.
García Vigil no es el mejor director, es cierto, no lo es, pero que yo sepa, nunca han estado haciendo fila los mejores directores del mundo compitiendo para dirigir la OSO. García Vigil no es el mejor, es cierto, tampoco lo es la “inútil” sección de violines segundos, las violas y la flautista Norma Martínez. García Vigil no es el mejor, claro, tampoco lo es la inadecuada sala de ensayos y los inadecuados pagos a los músicos. Judith Rosas no es la mejor gerente de la OSO. Es cierto. Tampoco lo es su “oficina” que el gobierno del estado nunca le otorgó dignamente a la “Gran Institución Musical” que ahora está en crisis.
Le sugiero a la sociedad oaxaqueña que sea más analítica en cuestiones musicales, le pido a la comunidad intelectual del estado que salga de sus cómodos pláticas de café, y miren al Oaxaca Musical con la honestidad que se merece, le pido sinceramente al público que le exija más a sus instituciones musicales, le pido a todos los oaxaqueños que cuando tengan una banda filarmónica enfrente, a la OSO, a la Banda del Estado, a la Marimba del Estado, a la Orquesta Primavera, a todos los músicos en general, se les pida más; más allá del Dios nunca muere, más allá de La llorona, mas allá de la Canción Mixteca. Exhorto al maestro García Vigil y a la licenciada Judith Rosas (si creen en sus más de quince años de trabajo, en su dignidad y en memoria del maestro Morales) a que interpongan una demanda a quienes los culpan. Si la decisión es que García Vigil se vaya, está bien, pero que se vaya dignamente, eso se hace en una República, y les recuerdo que estamos en una República.
Y la petición más grande la hago a los músicos que dan sus opiniones de lejecitos, “vengan a trabajar a Oaxaca”, sumérjanse en sus comunidades, el Oaxaca Musical no es sólo el Teatro Macedonio Alcalá, Instrumenta, o los Encuentros Filarmónicos. Habemos músicos en Oaxaca que trabajamos de sol a sol, habemos músicos en Oaxaca que trabajamos sin sueldos, sin atriles, sin buenos instrumentos y en comunidades con muchas necesidades, en comunidades donde tenemos que ponerle ligas a los clarinetes cuando se nos descomponen, quemando cañas con cerillos, moneda y lija, habemos los músicos a los que no nos importa pelearnos con comités, autoridades y padres de familia para que no saquen a sus hijos de nuestras bandas.
Culmino este texto, diciendo lo siguiente: “si se va García Vigil, creo que es el momento de sacudir el Oaxaca Musical, es hora de estrenar orquesta, una orquesta sinfónica digna de Oaxaca, una orquesta donde se concurse para obtener el puesto, hay que invitar al director del Conservatorio de París, al director de la Filarmónica de Berlín y de la Simón Bolívar de Venezuela. Que ellos sean el jurado y así podamos salir de dudas si en realidad tenemos a los mejores músicos del país y del mundo. Lo reitero categóricamente: “NO ES GARCIA VIGIL, ES EL SISTEMA”
ATENTAMENTE
Mtro. Nathanael Lorenzo Hernández
Director del Instituto Intercultural Calmécac, con sede en San Juan del Río, Tlacolula, Oaxaca; trabaja con niños y jóvenes de cinco comunidades, ha grabado cuatro materiales discográficos, se ha presentado tanto en escenarios estatales como nacionales, ha realizado investigación musical en las ocho regiones y ha viajado a más de 300 comunidades de nuestro estado en planes de investigación en el tema de la disfunción musical.