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Oaxaca, Oax., 05 de abril 2011 (Quadratín).- Fue un encuentro cara a cara. Fuera de toda agenda programada. Sin discursos improvisados ni promesas al aire.
Las voces de reclamo se escuchan y retumban en edificios aledaños, los portales y en las paredes de Palacio de Gobierno. ¡Solución a nuestras demandas!, ¡Que nos devuelvan nuestro dinero!, ¡No estamos pidiendo limosnas!
Antes de las 11:00 horas, el Zócalo capitalino se abarrota de centenas de defraudados por cajas de ahorro. Reclamos. Gestos de angustia. Peticiones. Llantos. Todos reunidos con el mismo denominador: recuperar parte del patrimonio perdido.
Permanecen afuera de la Casa del Pueblo y en un momento parecen hacer causa con los maestros de la Sección XXII, que ahí tienen su campamento, donde las voces de reclamo se confunden, sólo que ahora, la de los defraudados es mayor.
Adentro, la zozobra inquieta a la guardia de Palacio de Gobierno, que por cuestiones de seguridad cierran las puertas, en tanto que afuera, mantas rodean los accesos principales impidiendo la salida y entrada de funcionarios.
Mientras esto pasa en la explanada del Zócalo capitalino, adentro del Palacio, Gabino Cué sostiene encuentros y audiencias públicas y privadas con diversos sectores como parte de sus actividades que realiza todos los días.
Sin embargo, hay algo que inquieta al mandatario oaxaqueño, quien en todo momento presta atención a los reclamos de los defraudados, que pedían la ayuda de su gobernador.
Las voces penetran las ventanas y a veces se escuchan más fuerte. Conforme pasan los minutos, los reclamos aumentan. Las bocinas a todo lo que dan. Los defraudados piden justicia. Solución. Una esperanza mínima.
Es mediodía caluroso y en ese momento, el Ejecutivo suspende momentáneamente su agenda. Se levanta. Camina hacia la puerta principal y aún a costa de su propia seguridad, se mete entre los manifestantes para dialogar con ellos.
A las 12:18 horas se escucha: Ahí viene el Gobernador, voz que los pone en alerta, quienes se reorganizan y lo rodean, pues es la primera vez que un mandatario sale de su despacho para atender personalmente los reclamos del pueblo.
Las demandas son muchas. Mujeres, hombres, jóvenes y personas de la tercera edad piden justicia. Unos, que se les devuelva el 100 por ciento de sus ahorros, otros más los acompañan con ¡cárcel a los defraudadores!
En la manifestación no existen clases sociales. No caben las posiciones políticas. Todos se hermanan por una misma causa.
Con un sol intenso, el Gobernador toma el micrófono prestado por los maestros y les dice: No están solos. Los vamos a apoyar y así como este gobierno confió en ustedes en la transición democrática, así ustedes deben confiar en su gobierno, que no les va a fallar.
¡Así se habla Gabino!, ¡No más promesas! dice una mujer de aproximadamente 55 años, quien refiere que la caja Sacriputla le arrebató 25 mil pesos que con mucho sacrificio le envió su hijo desde Los Ángeles, California.
Su caso se parece al de Donato Ramírez, señor de 63 años, quien vino desde San Juan Mixtepec, en la mixteca oaxaqueña para solicitar el mismo apoyo.
Atentos escuchan Othón Cuevas Córdova, subsecretario de Bienestar Económico de la Secretario de Desarrollo Social y Humano y la dirigencia del Frente Único de Ahorradores Defraudados de Oaxaca.
El Ejecutivo explica que su administración agotará todos los mecanismos para que se les reembolse parte del capital perdido, y como muestra de este respaldo, anuncia que se destinará un presupuesto de 40 millones de pesos para iniciar con este proceso con el respaldo de Fideicomiso de Pago y el Gobierno Federal.
Sacriputla, Casandoo y Nuevo Milenio¸ son las cajas que en primer término se declararon en quiebra de más de 20 que existen en la entidad, lo cual ha afectado a más de 50 mil oaxaqueños. La primera en quebrar fue Sacriputla en 2004.
Gabino Cué dialoga y con voz firme asegura que este problema no es entre particulares como excusaba la administración anterior. Es un problema social y como tal, vamos a empeñar todo nuestro esfuerzo para darle solución.
Motivados con este encuentro, el primero que un mandatario afronta con defraudados por cajas ahorradoras, los afectados acuerdan integrar una comisión para iniciar con este proceso de pre pago.
Gabino Cué escucha. Asiente la cabeza con señales de aceptación, al conocer las historias de vida de cientos de familias oaxaqueñas que perdieron todo al depositar su confianza en estas cajas.
El mandatario mira a su alrededor, donde la angustia y la incertidumbre de saber qué pasará con su dinero envuelve parte de la Plaza de la Constitución. Sin embargo, también existe la esperanza de que no todo esté perdido.
Dice que este problema no estará archivado, y que como ya está encauzado ante una Comisión Interinstitucional va en vía de solución, ajustada a los mecanismos del fideicomiso.
La esperanza vuelve al rostro de los cientos de defraudados que son testigos de un hecho inédito: el gobernador encara directamente los problemas en la plaza pública y se confunde con el pueblo que sigue teniendo confianza en él, en el gobierno del cambio y la transición democrática.
Al término del encuentro, Gabino Cué saludó y dialogó con los maestros de la Sección XXII que exigen la aparición de su compañero Carlos René Román Salazar, desaparecido desde el pasado 14 de marzo.
Les ofrece que su gobierno intensificara las investigaciones en curso, porque la preocupación por la integridad física del mentor y que aparezca con vida también es suya.