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OAXACA, Oax. 16 de noviembre de 2014.- Ante las expresiones de violencia y la grave crisis de valores morales y éticos que se viven en Oaxaca, el arzobispo de la Diócesis de Antequera, José Luis Chávez Botello consideró que a la entidad como un “foco rojo” en este tema.
En su conferencia de prensa dominical, indicó hay posibilidades y estamos a tiempo de apagar estos brotes de violencia.
Para ello los ciudadanos deben asumir el papel que le toca y “tomar las riendas”, hacia donde queremos avanzar, señaló.
«En Oaxaca la sociedad ha permanecido ajena y a la expectativa de lo que ocurre. No hay un acompañamiento cercano ni una vigilancia a las autoridades y el poder se queda en manos de pocos, entonces nos volvemos rehenes de la situación y perdemos nuestra responsabilidad social», dijo.
Lamentó que las expresiones de violencia vayan incrementando y se vuelvan sanguinarias e incluso comentó que la situación que se vive en Guerrero no se puede descartar aquí porque los «en los hechos por debajo hay más podredumbre generalizada en Oaxaca».
De ahí que pidió que todos los sectores, autoridades, poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, empresarios, padres de familia, iglesia y jóvenes a asumir con responsabilidad y compromiso su papel.
Por otra parte, Chávez Botello mencionó que durante la 98 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los obispos de México emitieron un mensaje contra la violencia en nuestro país.
«Los obispos de México decimos basta ya. No queremos más sangre, no queremos más muertes, no queremos más desaparecidos. No queremos más dolor, ni más vergüenza. Compartimos como mexicanos la pena y el sufrimiento de las familias cuyos hijos están muertos o desaparecidos en Iguala, en Tlatlaya, y que se suman a las miles de víctimas anónimas en diversas regiones de nuestro país», dijo al dar lectura al comunicado emitido.
Agregó que en medio de esta crisis ven con esperanza el despertar de la sociedad civil que, como nunca antes en los últimos años, se ha manifestado contra la corrupción, la impunidad y la complicidad de algunas autoridades
«Creemos que es necesario pasar de las protestas a las propuestas. Que nadie esté como buitre esperando los despojos del país para quedar satisfecho. La vía pacífica, que privilegia el diálogo y los acuerdos transparentes, sin intereses ocultos, es la que asegura la participación de todos para edificar un país para todos.