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México, DF. 13 de febrero de 2013 (Quadratín).- Tomar el problema de la obesidad en México como un asunto de salud pública, ante la serie de enfermedades que desencadena en las personas y los altos costos que tiene para los sistema de salud públicos su atención, propuso el senador del PRD Benjamín Robles Montoya, durante su participación en el Foro la obesidad en México: la importancia de aplicar medidas.
Como senador nosotros ya propusimos al pleno del Senado de la República reformas a la Ley del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios para establecer un impuesto a los refrescos y bebidas azucaradas, y que los recursos tributarios, los que logremos recaudar por este concepto se destinen a satisfacer los gastos que provocan las enfermedades originadas por su consumo, a través del Sistema Nacional de Salud, sin perjuicio de lo dispuesto por la Ley del Coordinación Fiscal, expuso el legislador federal.
Robles Montoya refirió que en la iniciativa presentada el 13 de diciembre por un grupo de senadores de diferentes filiaciones partidistas se estima necesaria la aplicación de un impuesto especial ad valorem del 20% sobre el precio de venta al público en general de cualquiera de las siguientes bebidas y productos para producir bebidas que se encuentren endulzados con azúcares y por lo tanto tengan un aporte calórico: aguas naturales y minerales gasificadas; refrescos; concentrados, polvos, jarabes; esencias o extractos de sabores, que al diluirse permitan obtener refrescos, ya que, como se mencionó, el contenido de éstas en tales bebidas es una de las principales causas de sobrepeso y obesidad.
Dijo que la medida tributaria que se propuso tiene como explicación y justificación la protección de la salud pública en México y el principal objetivo del impuesto a refrescos y bebidas azucaradas es desincentivar el consumo de estos productos al estar relacionados con un aumento en los índices de sobrepeso y obesidad, la recaudación que podría generar con el gravamen propuesto, tomando como base la tasa propuesta por cada litro de refresco, ayudaría a disminuir el consumo de estos productos de 163.3 litros por persona al año a 120.9 litros.
El senador Benjamín Robles citó datos del libro Obesidad en México: recomendaciones para una política de estado, en donde establece que el costo de la obesidad en 2008 fue estimado en 67 mil millones de pesos y que para 2017 alcance entre 151 millones de pesos y 202 mil millones de pesos. Por lo que de no actuar de inmediato, el costo que pagará la sociedad en las siguientes tres décadas será mucho mayor a la requerida para implementar acciones de prevención de este mal.
Y es que comentó, que de acuerdo con los autores de la investigación, la obesidad está asociada a la pérdida de salud, es un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2, hipertensión arterial, dislipidemias, enfermedades cardiovasculares y osteoarticulares, ciertos tipos de cáncer de mama, próstata y colon; y apnea del sueño, entre otras enfermedades.
Precisó que en México 7 de cada 10 adultos (más de 49 millones de personas) y 1 de cada 3 niños de 5-15 años (12 millones de menores) ya presentan sobrepeso u obesidad, lo cual resulta alarmante.