Convocan a capacitarse en combate a la corrupción a nivel municipal
OAXACA, Oax. 24 de diciembre de 2013 (Quadratín).- El senador Benjamín Robles Montoya propuso que la Secretaría de Salud tenga la facultad de promover investigaciones sobre los efectos del consumo de productos con bajo contenido nutricional y alto valor energético, del abuso en el consumo de los mismos y las acciones para controlarlo.
Señaló que la obesidad constituye un problema de salud pública, que entre otras causas, incrementa la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, alteraciones esqueléticas, hipertensión arterial, hipercolesterolemia e inadaptación psicosocial.
“Hemos presentado una iniciativa para adicionar una fracción al artículo 115 de la Ley General de Salud para que la Secretaría de Salud cumpla con su obligación de cuidar la salud las mexicanas y los mexicanos, porque muchos de los problemas relacionados con la alimentación tienen que ver con el desconocimiento e ignorancia sobre la correcta nutrición, propiciando malos hábitos alimenticios, lo que produce trastornos y desordenes de alimentación”, expuso el congresista federal.
Robles Montoya consideró necesario establecer reformas que obliguen a las autoridades de salud a realizar estudios sobre el consumo de estos productos y el impacto en la salud de niños, adolescentes y adultos.
Además, el legislador por Oaxaca indicó que la obesidad y el sobrepeso se han agravado por el alto consumo de comida chatarra debido a la influencia de la publicidad, con promociones y ofertas que «bombardean» a los consumidores.
“Es necesario limitar la publicidad, promociones y ofertas respecto a los mismos, contribuyendo así en el combate del consumo desmedido de alimentos y bebidas no alcohólicas de bajo contenido nutricional o elevado valor energético que provoquen trastornos de salud”, apuntó.
Robles Montoya estimó que su propuesta contribuiría a limitar los efectos nocivos que provoca la exagerada publicidad sobre el consumo excesivo de alimentos poco nutritivos o que proporcionan elementos energéticos no saludables y, por tanto, de las consecuencias que esto provoca.
“Al facultarse a la Secretaría de Salud para realizar estudios sobre estos productos, del abuso y acciones para combatirlo, se pretende que haya un análisis real y profesional sobre el tema, obligando a las autoridades competentes a proponer alternativas y soluciones, toda vez que es innegable que ante la falta de datos serios y estudios oficiales, la industria de la comida chatarra continúa ganando la batalla en este rubro”, finalizó.
La iniciativa fue turnada a las comisiones unidas de Salud y de Estudios Legislativos.