
Salgado Macedonio: sé que no puedo ser candidato
Oaxaca, Oax. 8 de marzo del 2012 (Quadratín).- En los últimos años, los oaxaqueños hemos sido testigos de manera cotidiana y reiterada de múltiples muestras de expresiones de descontento social, seguramente todas fundadas en la mente y en la conciencia de quienes opinan, proponen, protestan, bloquean, marchas, secuestran, etc.
Sin embargo, se hace necesario distinguir de aquellas que proponen, que exigen el fin de la impunidad, que demandan atención a proyectos o emergencias, que solo nos llaman a la reflexión; de las que chantajean al gobierno, al empresario, que privan de la libertad, que impiden el comercio, que suspenden servicios públicos y privados, en suma, que violentan los derechos más elementales del resto de la sociedad.
Todas ellas no necesariamente se presentan por las deficientes decisiones de las administraciones públicas, federal, estatal o municipal, del congreso local, del tribunal superior de justicia o de algún órgano autónomo. También algunas vienen de intereses personales, económicos, partidistas, sindicales, venganzas de personas o grupos.
El riesgo que puede poner a Oaxaca al borde del colapso, es el enfrentamiento entre la propia sociedad, entre los agraviados y los agresores; entre acciones de oportunidad por debilidades o prioridades por acciones irracionales.
Veamos un ejemplo. El pasado mes de octubre recibimos la noticia de que en la comunidad de la Venta del municipio de Juchitán de Zaragoza, hubo un muerto y 20 heridos en un choque entre priistas -antieólicos.
La persona fallecida era Reynaldo Ordaz Velásquez, sobrino del agente municipal de La Venta, que conducía su camión y al pasar frente a los que bloqueaban la carretera panamericana, murió por disparos de arma de fuego. En los acontecimientos, resultaron lesionados más de 20 opositores al parque eólico, entre ellas la defensora de derechos humanos, Lucila Bettina Cruz Velásquez, quien además tenía una orden de aprehensión por la privación ilegal de la libertad de trabajadores de la CFE.
Las organizaciones involucradas, según el mismo reporte periodístico fueron la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo, la CTM y beneficiarios de la inversión eólica.
El bloqueo carretero se debió, según sus líderes, para expresar sus inconformidades en torno al proyecto eólico y al respeto a las comunidades indígenas y en particular al derecho que tienen a un consentimiento libre, previo e informado y evitar el despojo legalizado de tierras ejidales y comunales.
Ayer, el Presidente de la República inauguró las centrales eólicas de Oaxaca y expresó que la generación de energías sustentables es una de las mejores formas de enfrentar el cambio climático y el calentamiento global. Acciona invirtió aproximadamente 600 millones de dólares para construir estos tres parques. A su vez, para conectar la carga eléctrica que generan estos parques, al sistema eléctrico nacional, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) realizó una inversión de mil 515 millones de pesos en la subestación de Ixtepec Potencia.
Ante ello, vemos que Oaxaca, a nivel nacional y mundial, es tierra de oportunidad para la inversión, la generación de empleos y de ingresos, además, y se convierte en una prioridad para contrarrestar el cambio climático y el calentamiento global. Pero no puede opción ante conductas irracionales que llevan a la pérdida de vidas humanas o por falta de información a los inconformes o por actitudes de debilidad que hace que prevalezca la impunidad o el despojo de tierras.
En resumen, Oaxaca esta llamado a ser un espacio de reparto social de beneficios y de respeto ala legalidad, no permitamos que se nos vaya entre las manos.
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