Organización de Pueblos Indígenas Zapotecos A.C.

Oaxaca, Oax. 25 de enero 2011 (Quadratín).- Hace doce meses que iniciamos estas manifestaciones públicas de exigencia de justicia, en el marco de una permanente lucha por mantener viva la memoria y no ser cómplices del silencio que ha permitido que un tenebroso manto de impunidad proteja a los genocidas que por décadas han cometido delitos contra la humanidad.
También hoy se cumplen cuarenta y cuatro meses de la desaparición forzada de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, sin que el gobierno fascista del ilegitimo Felipe Calderón atienda reclamos de ningún tipo.
La pregunta obligada debe ser cuales han sido los resultados palpables de este pequeño esfuerzo; en ese sentido, conscientes estamos que nos hemos topado con un muro de indiferencia y simulación, no solamente de quienes detentan el poder, sino también de la sociedad en general, con sus honrosas excepciones que reconocemos y agradecemos.
Sin embargo, consideramos un deber ineludible continuar exigiendo justicia para quienes se han visto lastimados en su dignidad como seres humanos, sobre todo cuando en ello les ha ido la vida y la libertad, dejándolos en la imposibilidad del más mínimo reclamo por cuenta propia.
Las ejecuciones extrajudiciales siguen aumentando en la Región de los Loxicha, los presos tanto del fuero común como federal siguen esperando la preciada libertad, muchos desde hace más de catorce años.
En el caso de los del fuero común los tribunales han arrastrado los procesos con una lentitud inaudita, en una actitud cómplice de la fabricación de expediente por parte de la Procuraduría General de justicia, incumpliendo con los más elementales procedimientos procesales.
De tal modo que, ante la falta de respuestas del gobierno en turno una sola es la exigencia: ¡Justicia!
Respetuosamente: Juan Sosa Maldonado