Cierran matriz del Monte de Piedad en Oaxaca
Oaxaca, Oax., 27 de julio de 2009 (Quadratín).- La belleza de las Chinas Oaxaqueñas, los versos pícaros de la Costa, la inmortal Sandunga del Istmo de Tehuantepec, el misticismo de los Mixes, la hermosura de las tuxtepecanas con su Flor de Piña y la excelsa Danza de la Pluma, entre otras delegaciones, fue el menú cultural de la emisión matutina de la Octava de los Lunes del Cerro, que al igual que hace ocho días, fue un éxito rotundo.
Miles de oaxaqueños, turistas nacionales y extranjeros abarrotaron una vez más la Rotonda de la Azucena para ovacionar, bailar, corear y fundirse en cuerpo y alma a la máxima expresión cultural de México y América Latina: La Guelaguetza.
Entre los invitados estuvieron los embajadores de las repúblicas de la India y Filipinas, Pinesh Kumar Jain y Francisco III Ortigas Miranda, respectivamente, así como el cónsul de Argentina, Gustavo Souto; la presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Perla Bustamante Corona y el director de la Orquesta Sinfónica Nacional, José Isabel Jacinto Vélez.
El coloso del Fortín, a su máxima capacidad. En la primera presentación del segundo lunes, más de 20 mil almas. Oaxaqueños, turistas nacionales y extranjeros se reencontraron con el pasado y la historia de nuestra entidad.
Desde muy temprana hora, cuando el Sol comenzaba a ponerse en el horizonte, familias enteras hacían largas filas para admirar la festividad, orgullo de Oaxaca, y que la ha dado fama a nivel nacional y mundial, y que hoy por hoy, se mantiene viva. Fuerte. Rebosante. Soberbia.
Quince minutos antes de las diez de la mañana, el gobernador Ulises Ruiz Ortiz, junto con su esposa Lourdes Salinas y sus hijos Lila, -quien participó en el baile de Flor de Piña, de la delegación de Tuxtepec- y Ulises, arribaron al auditorio Guelaguetza. Caminó junto con algunos funcionarios de su gabinete para situarse en el palco central y presidir esta fiesta.
¡¡Arriba Oaxaca!! ¡¡Arriba la Guelaguetza!! ¡¡Viva Oaxaca!!, se escuchaban en todo el escenario. Unos con sombrero en mano vitoreaban esta fiesta. Otros bailaban. Unos más plasmaban sus recuerdos en una fotografía o videocámaras.
Al cinco para las 10:00, bajo un himno solemne, el preámbulo de la Guelaguetza se dejó sentir en el Cerro del Fortín. En la Octava de los Lunes del Cerro, Oaxaca se entregó a México y al mundo entero.
Las tradicionales chirimías precedieron a la primera delegación, las Chinas oaxaqueñas, que este año cumplen su 52 aniversario. En un espectáculo sin igual y con doña Genoveva Medina al frente, bailaron los alegres sones del Jarabe del Valle, con las características marmotas, canastos de flores y faroles, que son parte también de la calenda que precede a la fiesta principal.
Felices disfrutaban también de la fiesta familias mexicanas provenientes de los estados de Puebla, Morelos, Sinaloa, Veracruz, Yucatán Tlaxcala y del DF, por mencionar algunos.
Y la fiesta comenzó
Con San Jerónimo Tecoátl llegó la región de la Cañada con su bautizo mazateco y lavada de manos y luego San Antonino Castillo Velasco, de los Valles Centrales. Los jamás conquistados se hicieron presentes con la delegación de San Pedro y San Pablo Ayutla Mixes. Sus sones y jarabes, junto con el ritual del tepache realzaron el misticismo de sus danzas y la gallardía de sus mujeres y hombres.
A las 10:33 llegó San Pablo Macuiltianguis, representando a la Sierra Norte, con su torito serrano, el cual arrancó el aplauso del gobernador Ulises Ruiz, de sus familiares y así como de los secretarios de Turismo y Cultura, Beatriz Rodríguez Casasnovas y Andrés Webster Henestrosa, y del edil capitalino, José Antonio Hernández Fraguas.
Si al cielo subir pudiera, Sandunga, ¡Ay mamá, por Dios!, las estrellas te bajara, cielo de mi corazón. ¡Sandunga, Tú eres Tehuana!, fue el verso de Ciudad Ixtepec, que arrancó el aplauso de los presentes. Sus hermosas mujeres ataviadas con su vistoso traje de gala, fueron motivo de varios suspiros. ¡Por ti me voy a vivir al Istmo, corazón mío!, decían algunos.
Luego, la conquista de los españoles a México se escenificó con la Danza de la Pluma de la Villa de Zaachila. ¡Ya llegaron los de Ejutla!, retumbó a las 11:25 en el Cerro del Fortín, donde mujeres y hombres de esta región de los Valles Centrales ejecutaron el tradicional Jarabe Chenteño, La Culebra y El Palomo
La Canción Mixteca, de José López Alavés no podía faltar en esta edición de la Guelaguetza, la cual hizo que los visitantes corearan esta nostálgica melodía con su sombrero, mientras que otros la cantaban con profunda emoción y sentimiento, para dar paso a la delegación de Santa María Asunción, Tlaxiaco, y posteriormente, ejecutarse el inigualable Jarabe Mixteco, que arrancó el aplauso y el grito de júbilo de los presentes.
Luego, los versos candentes de San Pedro Pochutla, junto con los sones de la Costa, alegraron a las otras delegaciones y a los oaxaqueños y turistas. Uno de los momentos más esperado llegó a las 12:25 horas con las bellas mujeres de Tuxtepec y su Flor de Piña, baile en el cual participó la hija del gobernador, Lila Ruiz Salinas. Sus hermosos trajes multicolores, la majestuosidad de su baile y el porte de la piña en el hombro, fueron motivo de una entrega total.
El calor que a esa hora se dejaba sentir contrastaba con la alegría que se desbordaba en el auditorio Guelaguetza, cuando se presentó Putla Villa de Guerrero, agrupación encargada de cerrar la primera emisión de la Octava.
Al final todas las delegaciones se reunieron en el escenario donde bailaron como una sola, exaltando con ello los valores de la hermandad y la solidaridad que caracterizan al pueblo oaxaqueño y a su Guelaguetza.