Promueve policía de Oaxaca de Juárez prevención y proximidad social
MORELIA, Mich., 11 de agosto de 2015.- Ser padres a edades tempranas marca la existencia; pasar por ese proceso hace que los jóvenes tengan trayectorias de vida menos exitosas e, incluso, impacta la estabilidad de sus uniones.
El efecto negativo de ser padres jóvenes exacerba las desigualdades socioeconómicas previas de hombres y mujeres, advirtió Marta Mier y Terán, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM según publica Quadratín Michoacán.
Luego de una investigación realizada a través de las trayectorias de vida de personas de 12 a 42 años de edad, constató las repercusiones que implica la paternidad temprana. Si los jóvenes permanecieran más tiempo en la escuela, habría una mayor valoración de otro tipo de campos, como contar con un proyecto de vida personal, y no sólo familiar, ejemplificó.
Tras considerar la maternidad temprana antes de los 18 años de edad y la paternidad en esa condición antes de los 20, la académica indicó que “los jóvenes eligen entre las opciones que tienen a su alcance, y si son escasas en cuanto a educación de calidad y empleo digno, pues entonces la alternativa de formar una familia es atractiva: un niño es vital, fuente de satisfacción afectiva y favorece la consolidación de la pareja”.
Desde esa perspectiva se puede entender cuál es su motivación. Algunas declaran desear un hijo para tener compañía, por la sensación de soledad ante una sociedad que les ofrece pocas oportunidades y limita sus posibilidades de contar con un proyecto de vida a mediano y largo plazos.
En ocasión del Día Internacional de la Juventud, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas para conmemorarse cada 12 de agosto, la universitaria señaló que socialmente hay aceptación y valoración de la familia, la pareja y la paternidad.
Tradicionalmente, el rol de la familia ha sido apoyar a los jóvenes en la decisión de iniciar su propio hogar. Ante las condiciones de creciente inestabilidad laboral, es cada vez más frecuente que la pareja recién formada permanezca en casa de los padres. En zonas rurales es más común que se queden en la del varón, y en las urbanas, en la de ella; entonces, se generan dinámicas que actúan en detrimento de la autonomía.
El efecto negativo de la paternidad temprana en los varones es igual, independientemente de su generación y sector social, pero no ocurre así con las mujeres, aclaró Mier y Terán.
Siga leyendo la información aquí http://bit.ly/1IHwFyf