Patricia Trujano, de Señorita “América” a naciente diva de la ópera

Oaxaca, Oax. 28 de julio de 2013 (Quadratín).- Canta desde los cinco años; lo ha hecho en la iglesia, como parte un grupo musical que integra con sus siete hermanos. También cantó el himno nacional durante cinco años, en su papel de Señorita “América”, el Día de la Independencia. Después interpretó la Canción Mixteca durante la Guelaguetza, en tres ocasiones. Hoy, Patricia Trujano Granados, es una soprano recién egresada del Conservatorio Nacional de Música, inicia su carrera en la ópera.
Dueña de una voz que ha entrenado desde su niñez, la naciente diva acaba de recibir el acabado que necesitaba, en Viena, para dedicarse a la ópera, su sueño, su reto, la actividad a la que se quiere dedicar el resto de su vida, afirma.
La noche de este sábado, la soprano originaria de Huajuapan de León interpretó tres temas durante la presentación del espectáculo denominado “Leyendas y cuentos mixtecos Ita Andehui”, dentro del programa de actividades culturales con motivo de la Guelaguetza. Los temas fueron: Granada, de Agustín Lara; la Canción Mixteca, en lengua mixteca, y el Dios nunca muere, de Macedonio Alcalá.
Más allá de la mediocridad de un espectáculo incapaz de cautivar a una parte del público, que optó por retirarse de la Plaza de la Danza antes de medio programa, Patricia Trujano cerró el espectáculo haciendo gala de su voz, totalmente segura de que si canta ópera, todo lo demás le será dado por añadidura. Los pacientes espectadores que se mantuvieron en su lugar hasta el final del programa, obtuvieron su recompensa.
“Yo siempre supe que quería ser artista. Desde los cinco años ya estaba en el ambiente musical porque mis papás son músicos, líricos, pero nos enseñaron a cantar y a tocar nuestros primeros instrumentos. En la familia somos ocho hermanos y tenemos un grupo: Maranatha, palabra y música, con el cual hemos concursado, ganado premios y tenemos siete discos grabados”, relata en entrevista al término de un ensayo.
Sorbe su limonada de agua mineral al tiempo, y continúa: “Fui maestra de piano en la Casa de la Cultura de Huajuapan y después necesitaba seguir, así que me vine a Oaxaca y estudié en Bellas Artes donde me recibí como instructora de música con especialidad en piano. ¿Qué sigue? Me pregunté, y me fui al Conservatorio Nacional de Música. Hace seis meses me titulé en canto, en ópera, después de ocho años de estudios”.
No conforme, solicitó una beca para tomar un diplomado en Viena, el cual duró tres meses y le permitió construir un proyecto profesional que, asegura, es al que piensa dedicarse los próximos años: consolidar su carrera operística en Europa, por que en México “las cosas están muy mal”, en el aspecto cultural.
“Estoy muy enamorada de la ópera, si tú dominas la ópera puedes dominar cualquier cosa. La ópera es la perfección de la voz. Por eso me ha encantado venir a Oaxaca, porque puedo cantar con mi técnica operística las canciones oaxaqueñas, y eso es padrísimo ya que te permite irle transmitiendo a la gente esa forma de cantar”, comenta.
Patricia Trujano intervino en el concierto que tuvo lugar en el auditorio Guelaguetza el pasado martes, donde compartieron el escenario Susana Harp, Ana Díaz, Alejandra Robles, Natalia Cruz, Georgina Meneses y ella, acompañadas de más de 2 mil músicos bajo la dirección del maestro César Delgado. Con esta participación, la cantante empezó a darse a conocer en su estado.
Desde 2010 ha interpretado papeles en óperas como “El rapto en el serrrallo” de Mozart y “Romeo y Julieta”, con la Orquesta de Cámara del Conservatorio Nacional, y también “Rinaldo”, ópera barroca, bajo la dirección de Horacio Franco. Recientemente participó en el Concurso Internacional de Canto Montserrat Caballé, donde compitió con más de 200 intérpretes, su primera experiencia en el ámbito internacional.