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OAXACA, Oax. 31 de agosto de 2015.- La diputada del grupo parlamentario del PRI en la 62 Legislatura local, Lilia Mendoza Cruz hizo un llamado a las autoridades federales y estatales para que realicen las acciones necesarias ante la necesidad de frenar las invasiones de asentamientos irregulares en las zonas arqueológicas y monumentos históricos más importantes de Oaxaca.
Envió un Punto de Acuerdo para que el Congreso estatal exhorte, tanto al gobierno de Oaxaca como al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a implementar acciones encaminadas a combatir, pero lo más importante, a prevenir, este grave problema que afecta, principalmente a la zonas arqueológicas de Monte Albán, Mitla y Yagul se informa en un comunicado.
En la exposición de motivos, Mendoza Cruz señala que la protección y preservación del patrimonio cultural e histórico de la entidad, enfrenta nuevos retos, que se concentran especialmente en zonas urbanas y en corredores turísticos en gran expansión.
“La oferta y demanda de bienes muebles e inmuebles no reconocen ningún componente cultural. Es motivo de alta preocupación, ya que la expansión inmobiliaria y turística ha pretendido extenderse a zonas arqueológicas, poniendo en entredicho, no solamente los entornos culturales, sino la misma protección y preservación de las zonas y monumentos arqueológicos, artísticos, culturales e históricos”.
Destaca que la mayoría de este tipo de sitios se encuentran en riesgo, ya que dentro de los inmuebles dañados o destruidos se encuentran sitios y monumentos arqueológicos, montículos prehispánicos, basamentos piramidales, obras hidráulicas antiguas, muros y bardas con valor histórico, capillas, templos, portales y atrios.
Señala que en los informes emitidos por el INAH-Oaxaca, desde 2011 ha recibido 18 denuncias y ha presentado 8 ante las autoridades federales, en donde los ilícitos incluyen robo, tráfico de piezas, saqueo, traslado ilegal de piezas, demolición de construcciones originales, daño a petrograbados, afectaciones por maquinaria pesada, invasiones de terrenos, destrucción por proyectos carreteros, habitacionales y petroleros, extracciones, pintas con aerosol o trabajos de restauración erróneos.
“Debemos dejar en claro que los monumentos arqueológicos son propiedad de la Nación, inalienables e imprescriptibles y el INAH tiene plena jurisdicción sobre cualquier otra autoridad para su manejo y protección. Es por eso que exhortamos a las autoridades federales y estatales a agotar los medios para evitar alteraciones y destrucción en vestigios tan importantes de las culturas primitivas en Oaxaca”, indicó.