Por ser la mejor opción para Oaxaca, los costeños votaremos por Eviel, afirman

Pochutla, Oax. 15 de junio 2012 (Quadratín).- Habitantes de la región de la Costa afirmaron que quieren a Eviel Pérez Magaña como su Senador por lo que le ofrecieron su voto el uno de julio próximo para que gane los comicios dentro de semana y media.
Al reunirse con el abanderado de “Compromiso por Oaxaca”, los habitantes de la colonia Laballo, respaldaron las propuestas del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Senado de la República, Eviel Pérez Magaña y aseguraron que darán su voto a favor del abanderado del Revolucionario Institucional.
Los vecinos de esta colonia externaron al aspirante del Revolucionario Institucional su apoyo el próximo 1 de julio para que gane las elecciones y represente a las y los oaxaqueños en la Cámara de Senadores.
Sabemos y estamos seguros que sus propuestas son las mejores que podemos tener los costeños, por eso ofrecemos darle nuestro respaldo en las urnas el primer domingo de julio próximo para que usted gane la contienda electoral y sea Senador de la República, afirmaron los dirigentes Manuel Ríos Medina y Mariela Brenda Cervantes.
Mujeres, hombres y jóvenes hicieron el compromiso con el candidato a Senador en difundir sus propuestas legislativas con sus familiares y amigos a fin de que un mayor número de costeños voten por la mejor opción para Oaxaca que es la encabezada por Pérez Magaña.
En su oportunidad, el candidato del PRI al Senado ofreció impulsar leyes para que se generen mayores oportunidades de empleo. “Este es sin lugar a dudas uno de los principales compromisos incumplidos por el gobierno de la alternancia a nivel federal”, dijo.
Señaló que si algo ha distinguido a este gobierno federal que ya vive sus últimos meses es la parálisis y el estancamiento, con el agravante de una violencia criminal no vista nunca en la historia nacional.
Recordó que no hay crecimiento, no hay empleos, no hay circulante, en un mundo cada vez más globalizado e interdependiente, la economía mexicana no se mueve al ritmo en que lo hacen otras naciones y además pierde competitividad ante la falta de rumbo y de estímulos claros.