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Lleva Jara programas educativos y sociales a San Miguel Suchixtepec
Oaxaca, Oax., 04 de julio del 2011
Sra. Navi Pillay,
Alta Comisionada de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos.
Señoras y señores:
En nombre del Pueblo y el Gobierno de Oaxaca, mucho me honra dar la más cordial bienvenida la Excelentísima Señora Navi Pillay, Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
– Sea bienvenida a Oaxaca, su casa.
La recibimos con afecto, admiración y beneplácito en esta tierra que vio nacer al Presidente Benito Juárez García, cuya obra en favor de los derechos, las libertades, la igualdad y la soberanía del Pueblo de México, lo hizo merecedor del respeto de los estados nacionales del continente, reconociéndolo como Benemérito de las Américas.
Es un alto honor contar con la presencia de la Doctora Pillay, una de las más importantes activistas por los derechos humanos en el mundo, y una de las personalidades que al lado del Nelson Mandela, contribuyeron de manera destacada para que Sudáfrica, su país natal, transitara a la democracia, después de épocas oscuras marcadas por la inequidad, la segregación y el resentimiento.
– Muchas gracias por estar con nosotros.
Saludo también la presencia del Licenciado Juan José Gómez Camacho, Embajador Permanente de México ante los Organismos Internacionales con Sede en Ginebra, así como al Licenciado Alejandro Negrín Muñoz, Director General de Derechos Humanos y Democracia de la Secretaria de Relaciones Exteriores.
Agradezco la presencia -con reconocimiento y afecto- del Licenciado Ricardo Antonio Bucio Mújica, Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED); y de manera muy especial, a los representantes de las organizaciones no gubernamentales y promotores de los derechos humanos que se encuentran con nosotros, para atestiguar la firma de este valioso instrumento de la sociedad.
La lucha por la causa de la justicia y la defensa de los derechos humanos que todos ustedes realizan, fortalece nuestra voluntad y convicción para suscribir el Convenio por un Oaxaca en Favor de los Derechos Humanos y la No Discriminación.
Un importante instrumento del Gobierno y de la sociedad oaxaqueña, que habrá de contribuir a abatir las prácticas ominosas que atentan contra la dignidad e integridad de las personas, por su origen étnico, por su condición migratoria, por padecer alguna discapacidad, por pensar o vestir diferente, por su condición social, por su religión o preferencia sexual.
Hago expresa la voluntad de mi gobierno para promover una nueva cultura de equidad en la sociedad, que contribuya a disminuir la brecha de desigualdad, marginación y exclusión de los grupos en situación de discriminación.
Por esta razón, a lo largo de los primeros siete meses de mi gobierno hemos ejercitado un gobierno de puertas abiertas y de intenso contacto social que nos permita restaurar la concordia social; que haga posible diluir la polarización, el clima de miedo y crispación social que deviene del pasado.
De un pasado signado por gobiernos autoritarios, por décadas de abuso de autoridad, de violación sistemática de los derechos humanos, de una marcada ausencia de legislación especializada para combatir la discriminación, la trata de personas y la violencia de género, entre otros.
Décadas de displicencia gubernamental a la exigencia y al trabajo de las y los defensores de los derechos humanos; de falta de voluntad para atender las recomendaciones emitidas por los órganos autónomos y los organismos internacionales de defensa de los derechos humanos.
Más de 8 décadas de indiferencia a los derechos supremos de la sociedad.
Con plena consciencia de esta realidad lacerante, mi gobierno impulsa la transición democrática en Oaxaca, otorgando a la sociedad oaxaqueña las herramientas jurídicas, administrativas y los recursos que le garanticen que nunca más las vejaciones a los derechos humanos quedarán impunes.
Para ello, desde el inicio de mi administración fue creada la Oficina de la Comisionada para la Atención de los Derechos Humanos, encargada de coordinar la política pública estatal de la materia.
Y bajo la guía y observancia de nuestras leyes, hemos atendido con toda puntualidad la emisión de medidas cautelares y recomendaciones por parte de órganos nacionales y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde comparecí en el mes de marzo -con fe inquebrantable- para reafirmar el profundo compromiso de mi mandato con los derechos humanos en Oaxaca.
Con ese espíritu, en los primeros cuatro meses de mi gobierno, concretamos una Reforma Constitucional que ha otorgado a la sociedad oaxaqueña valiosos instrumentos de democracia directa como el referéndum, el plebiscito y la revocación de mandato, para que sea el pueblo quien decida el curso y la intensidad de la transición democrática en nuestro estado.
Una reforma constitucional con visión de estado y compromiso de futuro, que ha creado y fortalecido la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, así como una nueva Sala Constitucional en el Tribunal Superior de Justicia del Estado, para dar una nueva dimensión y trato a la población, cuando se vulneren sus derechos fundamentales.
Hemos elaborado también y sometido a la consideración del Congreso del Estado, una Ley para Regular el Uso de la Fuerza por los Cuerpos de Seguridad Pública, a fin de dar certeza a la sociedad de que nunca más habrá en Oaxaca una policía represora.
Con esta misma orientación hemos fortalecido la procuración y la administración de la justicia, a través de la creación de la Fiscalía de Investigaciones en Delitos de Trascendencia Social, con el propósito de realizar las investigaciones, conocer la verdad histórica y sancionar conforme a derecho a los responsables de aquellos delitos que han generado conmoción social.
Creamos también una Fiscalía para la Atención de los Migrantes, así como instauramos una Subprocuraduría Especializada en Delitos Cometidos en Contra de la Mujer.
Y desde luego, en la integración del Plan Estatal de Desarrollo, que orientará el rumbo y esfuerzos del Gobierno y la Sociedad Oaxaqueña para los próximos seis años, se priorizó la protección de los derechos humanos, la equidad y género, los derechos indígenas y la sustentabilidad, como ejes trasversales del ejercicio gubernamental, con lo cual damos un paso adelante en nuestro propósito de garantizar el respeto cabal de los derechos fundamentales de nuestro Pueblo.
Nuestro Plan Estatal de Desarrollo lo subrayo- incorpora los más altos estándares internacionales de cumplimiento de los derechos humanos, así como los objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU.
Y en el marco de estas importantes acciones, hoy se suma la probidad, la experiencia y el trabajo de la CONAPRED, con quien suscribimos un Convenio Marco que nos permitirá estrechar vínculos de amistad y cooperación para impulsar una gran cruzada de capacitación, difusión y sensibilización que nos permita crear una nueva cultura de prevención.
Un nuevo e importante instrumento que genere una sinergia de expertos, que nos permita elaborar un Programa Integral para el Combate a la Discriminación y en favor de la Igualdad.
En Oaxaca como en el país, nuestra sociedad debe asumir una nueva actitud que respete a cabalidad los derechos de las minorías; que reconozca que los individuos formamos parte de una enorme y compleja diversidad, cuya interacción hace posible el desarrollo de la civilización.
Tenemos que acuñar una nueva actitud ciudadana donde el ejercicio de la democracia, el respeto a la legalidad y el diálogo civilizado, sean las herramientas que nos permitan trascender nuestras diferencias y promover la unidad de la sociedad, en medio de su gran diversidad.
La transición democrática que se vive en Oaxaca, hace necesario que el Gobierno y la Sociedad aceptemos como derecho inalterable, la libertad de todos los individuos para expresar en forma responsable sus ideas, sus credos, y el ejercicio de su sexualidad. Nuestra sociedad tiene una deuda con la diversidad.
Y contando con la distinguida presencia de la Señora Navi Pillay, Alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, este día haremos entrega al Honorable Congreso del Estado, de la iniciativa de Ley para la Igualdad y la No Discriminación, elaborada entre el Gobierno y las organizaciones de la sociedad, a fin de prevenir y erradicar las prácticas de discriminación en la entidad.
Una iniciativa de Ley que revela el compromiso y la alta contribución de diversas organizaciones sociales, que día con día se afanan en luchar por la igualdad y la protección de los derechos, de quienes hoy más que nunca, requieren de la solidaridad para mantener a salvo su integridad física y su dignidad.
De esta manera estamos constituyendo un gran frente social y gubernamental, con las suficientes herramientas jurídicas, instituciones y recursos para desarrollar una política integral de defensa de los derechos humanos, para hacer de Oaxaca un estado de vanguardia en el país y en la sociedad de naciones.
Excelentísima Señora Navi Pillay,
Alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Señora y señores:
El día de hoy, conmemoramos el primer aniversario de haber sido electo Gobernador de este maravilloso estado.
Recordamos esta fecha significativa, trabajando intensamente por Oaxaca y su gran diversidad.
Inspirados en el ideario del gran Nelson Mandela, el legendario Madiba (título honorífico otorgado por los ancianos del clan de Mandela), cuando a menudo afirmaba:
Mi ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática, en la que todos podamos vivir en armonía y con iguales posibilidades
De ahí mi convicción para trabajar por los oaxaqueños de una forma diferente; sin autoritarismo, sin corrupción y con la mira puesta en el bienestar de las y los oaxaqueños.
Despojados de prejuicios, asumimos la problemática y las carencias como desafío de gobierno.
Con serenidad y templanza, nos constituimos en el presente para apuntalar el curso de la transición democrática, con visión de Estado y responsabilidad de futuro.
Es tiempo de reconciliación y de suma de voluntades. Mi gobierno está dispuesto.
A siete meses de haber asumido la gubernatura de Oaxaca, y con más de 20 años de venir trabajando por ella, sólo vislumbro grandes oportunidades y un inusitado entusiasmo de la sociedad para participar en la acción pública. Tengo una fe inquebrantable en el futuro del estado, porque conozco su potencial productivo, y porque sé del enorme talento y capacidad transformadora que distingue a las oaxaqueñas y los oaxaqueños.
Soy Gobernador por el mandato soberano del Pueblo; y mucho me honra servirlo; pero sé que sin el respaldo de esa gran energía social del respaldo de todos Ustedes- será poco lo que mi gobierno pueda logar.
Los grandes cambios que requiere Oaxaca sólo podrán ser posibles si somos capaces de articular un frente social y productivo, amalgamado en un proyecto incluyente y debidamente consensado; donde podamos lograr la unidad y el progreso de Oaxaca con respeto a su diversidad. No más hechos de sangre por razones de intolerancia; no más violencia por pensar diferente; no más desplazados por razones de culto; no más discriminación por el color de la piel; no más explotación por ignorancia; no más exclusión por razones de género o edad avanzada; no más despidos por embarazo; no más trato indigno por ejercer la sexualidad de modo distinto.
Hoy estamos dando un importante paso con esa orientación y propósito, al contar en Oaxaca con un nuevo Convenio que nos permitirá concretar propósitos y sueños en aras de un Oaxaca libre de violencia, de discriminación, de intolerancia y sectarismo.
Oaxaca es nuestra gente y por ella trabajamos.
Muchas gracias.