
Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
OAXACA, Oax. 1 de noviembre de 2013 (Quadratín).- En la víspera de la visita a los panteones, para honrar a los Fieles Difuntos, las calles aledañas al Panteón General se encuentran abarrotadas de puestos ambulantes y juegos mecánicos.
Aún cuando elementos de la Comisaría General de Seguridad Pública y Tránsito del ayuntamiento capitalino, así como de Protección Civil Municipal vigilan la zona, el tráfico vehicular y el tránsito de personas comienza a complicar el paso por pasillos y avenidas.
Este viernes la feligresía católica celebra Todos los Santos o Todos Santos, en que mediante ofrendas en los altares de las casas o sitios públicos ofrece viandas y flores a sus seres queridos que ya fallecieron.
En el caso de las comunidades indígenas de Oaxaca, la costumbre es visitar también la casa de familiares o compadres, con el propósito de convivir, llevar un canasto con frutos, pan y comida, mismo que le será devuelto en reciprocidad, aunque en menor proporción.
Este 2 de noviembre, se conmemora a los Fieles Difuntos, en que las familias acuden a los panteones a colocar también una ofrenda sobre la tumbas de los seres queridos. Asimismo, aprovechan para pedir al sacerdote realice una misa en honor a sus fallecidos; otros más contratan grupos o cantantes para dedicarles melodías a sus familiares.
El Panteón General, el más antiguo de Oaxaca de Juárez, conocido también como Panteón San Miguel, se ubica al oriente del Centro Histórico, en inmediaciones del barrio de Jalatlaco, entre el bulevar Eduardo Vasconcelos y la calle Del Refugio.
De acuerdo con sus antecedentes históricos en 1829, debido a un decreto de una nueva ley de panteones, ordenada debido a los índices de muerte registrados en la ciudad de Oaxaca por la epidemia de la viruela, se tenía que establecer un lugar propicio como cementerio, y los predios localizados entre el río Jalatlaco y las minas de cantera municipales eran los ideales. Fue llamado Panteón General.
En 1833, fue usado otra vez para enterrar los numerosos muertos que fueron víctimas del cólera. En 1834, el panteón fue acondicionado con límites con una cerca provisional, y en el centro se construyó una capilla rodeada de más de dos mil nichos y, se puede decir, que éste fue el primer panteón municipal en Oaxaca, el cual fue llamado San Miguel.
En 1839, las autoridades municipales decidieron mejorarlo, y consultaron al dibujante y maestro Francisco Bonequi para que hiciera un proyecto de panteón en toda la extensión de la palabra.
Una vez que el proyecto se aceptó, Bonequi fue nombrado director de la obra.
Este sitio es el de mayor afluencia de visitantes durante estos días, por lo cual cientos de puestos ambulantes se colocan en ambas aceras de la calle Refugio. Lo mismo se puede encontrar flores que comida, juguetes, ropa, artículos de plástico y bisutería. Para distracción de los menores de edad, en la diagonal de Del Panteón se colocaron diversos juegos infantiles. Durante el día, cientos de familias acuden a limpiar las tumbas y a prepararlas para la conmemoración de este sábado.