Mantiene Oaxaca éxito rotundo en el Festival Internacional Cervantino
OAXACA, Oax. 8 de noviembre de 2014.- La presentación de un libro es algo frívolo frente a lo que está sucediendo… no voy a contar historias ficticias cuando mis posibles lectores y el pueblo al que quiero y la gente que está conmigo está sufriendo este tipo de barbaridades.
Así se expresó la noche de este viernes el escritor Guillermo Fadanelli en el foro de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, en la Alameda de León, al ceder a familiares del normalista oaxaqueño desaparecido, Christian Colón Tomás Garnica el espacio en que presentaría su más reciente libro, ‘El hombre nacido en Danzig’.
“Habemos algunos escritores que desearíamos no escribir ni estar contando historias ficticias, cuando la realidad, la degradación política, la corrupción, la liga de empresarios-gobiernos y criminales está a flor de día”, manifestó, en referencia a los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala, Guerrero.
El escritor nacido en la ciudad de México y autor de una docena de novelas, expuso que la literatura y el arte no están desligadas del mundo real, “estamos siempre atentos y reflexivos y ante acontecimientos como los sucedidos en Ayotzinapa y que vienen sucediendo no hoy sino desde hace muchas décadas”.
En seguida propuso cuatro puntos para abonar a la reconciliación social: el respeto por el otro, que no tienen ni los partidos políticos ni los gobiernos ni los criminares; segundo, el pensar por nosotros mismos y desconfiar de todos los líderes que nos pueden llevar al barranco, siempre hay que pensar por uno mismo, eso es muy importante.
Tercero, hay que ponerle límites a los poderosos, a los monopolios y a la industria del entretenimiento, que ha vuelto a los ciudadanos y a la gente pensante en ‘zombies’ y consumidores; cuarto, “vamos a ponernos de acuerdo a ver cómo podemos hacer de esta sociedad terrible y de tanta desigualdad, algo habitable; vía la revolución, las armas, no. Creo que vía la conversación y la reflexión”.
Fadanelli precisó que los políticos son nuestros sirvientes y el servidor público tiene que obedecernos; no pueden vivir que mejor que nosotros.
Ante los familiares de Christian comentó “los acompaño en su necesidad de transformación, en su angustia y en el temor ante estas instituciones públicas que no son capaces de proteger a la gente honrada que trabaja, que vive, y la gente común; no tenemos instituciones que protejan a las buenas personas”.