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Oaxaca, invitado de honor en la FIL de Palacio de Minería
Oaxaca, Oax. 23 de mayo de 2013 (Quadratín).- Un lunes, al regresar a clases después del fin de semana, los alumnos de la escuela primaria Policarpo T. Sánchez quedaron sorprendidos con los murales que lucían las paredes de sus aulas. Mientras ellos descansaban, sus compañeros de sexto grado pintaron con vivos colores y formas geométricas, una niña en bicicleta, un cocodrilo, dos niños jugando canicas.
En vez de quedarse a ver la tele, o salir a la calle a jugar pelota, cerca de 30 alumnos acudieron al llamado con el arte para participar en el proyecto denominado Semillas que se realizó por las tardes de sábado y domingo. Un trabajo coordinado por los integrantes del colectivo Bicu Yuba (Perro rabioso en lengua zapoteca), quienes enseñaron a los niños la técnica del arte urbano conocido como sténcil o plantillas, el cual aplicaron en la realización de los murales en su escuela.
Como único requisito para llevar a cabo esta actividad, la directora del plantel, Graciela Hernández Rivera, solicitó a Michel Pineda y Rodrigo Vásquez, integrantes de Bicu Yuba, que las imágenes de los murales tuvieran relación con la asignatura de matemáticas, específicamente con geometría, y contarían con su apoyo.
El proyecto Semillas, explica Michel Pineda, consistió en un taller de arte urbano donde explicaron a los niños teoría y práctica del sténcil. Su objetivo fue fomentar el arte urbano, con un sentido lúdico y social, en los niños de esta institución localizada en la colonia Moctezuma de San Martín Mexicapan, periferia de la ciudad, donde el grafitti y el vandalismo suelen ir de la mano
La profesora Graciela Hernández sostiene que a través de esta actividad los chicos aprendieron que ellos tienen las capacidades creativas para expresar lo que piensan, sienten o sueñan, sin tener que salir de noche o de madrugada a pintar de forma clandestina los muros del vecino, de la escuela o de cualquier otro edificio, lo que en sí constituye un delito por tratarse de propiedad ajena, -¿Qué dijeron los niños al volver el lunes y ver los murales?
-Ellos están felices y contentos con sus aulas. Se rompió con la rutina de ver su escuela siempre igual y creo que eso es un punto a favor de que los alumnos se sientan contentos en su espacio de estudio. A los profesores también les gustó el resultado del taller. Considero que con estas actividades a los alumnos se les está enseñando a conocer y practicar el arte y en esa medida van a cuidar en vez de dañar a su comunidad.
La directora del plantel, uno de los más innovadores en materia de educación pública en Oaxaca, y quizás en el país, pues aquí no se expenden golosinas chatarra ni refrescos embotellados, sino alimentos preparados por las propias madres de familia, reconoció que hubo cierto temor de que los padres de familia vieran con recelo esta actividad pues existe el concepto de que quienes pintan muros son vándalos, sin embargo, los comentarios que ha recibido han sido positivos por considerar que los niños aprendieron que el arte urbano permite expresarse a los jóvenes sin afectar a terceros.